Solidaridad
El Gran Recapte pone en valor en Tarragona y el Ebre la colaboración de los pequeños comercios y cooperativas
Hay más de 400 puntos de recogida en la provincia y colaboran 4.500 voluntarios
La undécima edición de el Gran Recapte de alimentos quiere poner en valor la colaboración que hacen las cooperativas, los pequeñas comercios y los mercados en esta acción solidaria. Òscar Ologaray, portavoz del Banco de los Alimentos en la Tarragona y Terres de l'Ebre, ha destacado la alta participación que tienen este tipo de establecimientos sobre todo por la calidad de los alimentos que se recauda.
«Hay que añadir la buena voluntad de los vendedores, que muy a menudo ofrecen los productos recomendados a precio de coste y hacen sus propias donaciones», ha explicado Ologaray. Al Gran Recapte de Tarragona y el Ebre se ha sumado a 4.500 voluntarios y se pueden hacer aportaciones en más de 400 puntos de recogida.
Òscar Ologaray, portavoz del Banco de los Alimentos, ha dado el pistoletazo de salida al Gran Recapte desde el Mercado de Tortosa, donde ha recordado que los alimentos preferentes a recoger son el aceite, la leche y las conservas.
«En estas fechas todos haremos cenas de empresa, familiares o con los amigos, pero tenemos que pensar que hay personas en nuestro entorno que, si no las ayudáramos, no podrían cenar», ha reiterado. También ha agradecido la dedicación de los voluntarios. «Es un éxito colectivo en que participan muchas partes de nuestra sociedad: las instituciones, las entidades solidarias, las empresas, los donantes, los medios de comunicación, pero sobre todo, el Gran Recapte es posible gracias al voluntariado», ha destacado,
En esta edición de el Gran Recapte se han sustituido completamente las bolsas de plástico por las reutilizables, «más respetuosas con el medio ambiente y con el fin de reducir la huella de carbono». Además, se ha abierto la plataforma www.granrecapteonline.com donde se pueden hacer donaciones de alimentos online.
En Tarragona y el Ebre, el año pasado el Banco de los Alimentos repartió unos 2,75 millones de kilos de comida, una media de 100 kilos anuales por persona. Desde la entidad se acuerda de que todavía está muy lejos de los 400 kilos por persona anuales que se consideran necesarios para tener una dieta equilibrada.