Sociedad
La APPC La Muntanyeta sobrevuela el cielo de Tarragona en avioneta
Cuatro miembros de la asociación con parálisis cerebral disfrutaron de esta experiencia de la mano del Aeroclub de Reus
Cuatro miembros de la Asociación Provincial de Parálisis Cerebral La Muntanyeta de Tarragona sobrevolaron el cielo de Reus, Salou y Tarragona en una actividad en colaboración con el Aeroclub de Reus. Concretamente, Inesa Mamedova, Arnau Pedregal, Diana Escolana y Quico Salcedo fueron los valientes que decidieron subir a la avioneta pilotada por Nacho Valdés, el instructor.
Mamedova, que aseguró que «le encanta la velocidad», explicó que el año pasado ya subió y que le gustó tanto que este año no ha dudado al repetir la experiencia. Y subió con Pedregal, que llevabaprácticamente todo el año esperando esta actividad y es uno de los fijas en cada edición de esta salida de La Muntanyeta que, según explicó el monitor del centro de día de la asociación, Manel Maigí, es el duodécimo año que quieren.
Maigí aseguró que decidieron empezar con esta experiencia después de otros como ir al PortAventura o volar también con globo aerostático, actividades con que los chicos y chicas con parálisis cerebral «se lo pasaban muy bien». «Ellos disfrutan muchísimo y es una actividad en qué tanto los que tienen un nivel cognitivo más elevado, como el Inesa, comoaquellos en los que les cuesta más comunicarse, viven de la misma manera la sensación de adrenalina al volar, ya que están acostumbrados en la silla de ruedas y llevan una vida más sedentaria,» explicó Maigí.
Pedregal, que según el monitor es el más «canyero», bajó con mala cara porque tenía ganas de más: «Nunca tiene bastante», reconoció Maigí. Mamedova defendió que «eso no tiene punto de comparación con el Dragon Kahn, es mucho más divertido» y remarcó que «le encantó ir de copiloto al lado de Valdés», de quién dijo que «es muy simpático».
El instructor explicó al aterrizar que les hizo un par de virajes bien pronunciados, «pero han aguantado bien y todavía no tenían bastante, ellos querían más caña». Con Mamedova y Pedregal subió Maite Tous, a una de las monitoras, que al principio le hacía un poco de respeto pero al acabar reconoció que se lo había pasado muy bien.
Al segundo vuelo fue el turno d'Escolana y Salcedo, que tampoco era la primera vez que lo hacían y no les faltaban las ganas de repetir. Mientras esperaban, a Escolana no le hizo mucha gracia que el monitor bromeara cuando le dijo que ella se tenía que esperar abajo y que subiría él en su lugar.
Ella y Salcedo también se lo pasaron muy bien, e incluso Valdés le dejó coger los mandos de la avioneta a Escolana en alguna ocasión. Con ellos subió otra de las monitoras, Rosó Claravalls, que era la primera vez que iba en avioneta y que «disfrutó mucho».
«Es divertido que puedan hacer actividades de este tipo, porquesi no en el centro se aburren mucho. Ahora por ejemplo estamos haciendo un taller de trabajos manuales de Navidad, pero siempre disfrutan mucho cuandohacemos salidas y viven experiencias como esta», manifestó Maigí. El monitor también reconoció que «es complicado montarlos, ya que la avioneta no está adaptada y tienen que hacer un esfuerzo considerable, pero la emoción que viven con actividades de este tipo, y el poco miedo que pasan porque no tienen la misma sensación de peligro que podemos tener nosotros, hace que se lo pasen bien y estén contentos».
Finalmente, Maigí agradeció al Aeroclub de Reus el hecho de que les permitan realizar una actividad como esta y que «se hayan portado tan bien con la asociación».