El IPHES recibe el Premi Tàrraco en reconocimiento a su tarea en favor del patrimonio histórico

El alcalde de Tarragona, Pau Ricomà, entregó el sábado por la noche el Premi Tàrraco a la defensa del Patrimonio Mundial UNESCO en el IInstitut Català de Paleoecologia Humana i Evolució Social (IPHES). El galardón es un reconocimiento a las acciones en favor del patrimonio histórico y su preservación. Ricomà destacó «el gran trabajo que hace el IPHES por la socialización del conocimiento. Somos herederos de una historia que empieza muy lejos y Tarragona tiene el enorme privilegio de ser Patrimonio Mundial por su legado romano, pero también por las pinturas rupestres del Arco Mediterráneo, y también tiene un patrimonio rico por la gastronomía y los castillos».

Por su parte, el director del IPHES, Robert Sala, -que recibió el premio en nombre del instituto de investigación- puso el énfasis en la satisfacción de recibir el reconocimiento que se otorga en un instituto, el IPHES «que es de investigación en la evolución humana. Nuestro trabajo se hace en Tarragona para el mundo».

El conseller de Patrimonio, Hermán Pinedo, glosó la trayectoria del Institut Català de Paleoecologia Humana i Evolució Social, de a quien dijo que «el IPHES hace de Tarragona un punto de referencia mundial en la investigación científica».

Pinceladas históricas

Nacido en diciembre del año 2004 a iniciativa del gobierno de la Generalitat, la Universitat Rovira i Virgili y el Ayuntamiento de Tarragona, el IPHES está formado por un equipo de investigadores transdisciplinario que combina diferentes ciencias sociales, biociencias y otras disciplinas, con el objetivo de generar conocimiento sobre la evolución humana y social y socializarlo. En su tarea científica se tiene que añadir su tarea educativa con un importante equipo de técnicos de investigación que al mismo tiempo imparten clases a diferentes cursos y master a la URV y con colaboración con otras instituciones científicas. En el informe técnico de justificación del otorgamiento de la distinción, se concluye: «El Institut Català de Paleoecologia Humana i Evolució Social hace de la ciudad de Tarragona un punto de referencia mundial en la investigación científica del patrimonio arqueológico, tanto de nuestra ciudad como de su entorno». En el mismo informe también se destaca la aportación al conocimiento del Patrimonio Mundial de Tarragona, con el importante descubrimiento el año 1994 de las pinturas rupestres de los Abrics de l’Apotecari, por parte del Eudald Carbonell, ninguno del antiguo equipo científico del Laboratorio de Arqueología de la URV, germen de lo que tiempo desprendido sería el IPHES. Estas pinturas fueron incluidas el año 1998 a la lista de Patrimonio Mundial para la UNESCO, dentro de la declaración de Pinturas Rupestres del Arco Mediterráneo.