Afronta tres años de prisión por prender fuego a la moto de la expareja en Tarragona

Un hombre se enfrenta a tres años de prisión por haber prendido fuego, presuntamente, a la moto de la expareja en Tarragona. El vehículo estaba aparcado en la Rambla Vela y las llamas calcinaron diez motocicletas más, una caseta de lotería, un semáforo y un árbol, y estropearon la fachada de un edificio. La fiscalía acusa al individuo de un supuesto delito de daños mediante incendio y le reclama el pago de los más de 53.000 euros con que se valoraron los destrozos. El acusado confesó a un testigo que «estaba fastidiando a la parienta» porque lo había dejado y «tenía relaciones con negros». Antes de tirar la moto al suelo y de incendiar el depósito de gasolina con un mechero, el hombre también puso pegamento al contacto y arrancó un retrovisor.

Los hechos se remontan a la noche del 13 al 14 de diciembre de hace dos años. Según relata el fiscal, la pareja había roto hacía unos días una relación de dos años. La noche de los hechos, ella llevó al hombre en moto hasta un bar de Tarragona donde pasaron un rato juntos. Posteriormente, el hombre puso pegamento al contacto de la moto de la expareja, que estaba aparcada en un lugar próximo. La mujer se dio cuenta de ello cuando se marchó del local, alrededor de la una de la madrugada. Sin embargo, como todavía no se había solidificado, pudo arrancar el vehículo y se fue hacia el bar que regentaba una amiga suya.

El procesado llegó a pie al lugar hacia las dos y media de la madrugada, pero la propietaria del local le prohibió la entrada. Entonces, según la fiscalía, el hombre reaccionó con insultos hacia la expareja y uno de sus acompañantes, lanzándole «que era una guarra »y que se fuera «con el puto negro». Minutos después, la mujer y las personas que la acompañaban se fueron hacia otro local musical de la Part Alta de Tarragona. El acusado les siguió, pero hacia las tres de la madrugada se fue, sin incidentes, ante las peticiones que le habían hecho los compañeros de la mujer.

Hacia las tres y media de la madrugada, el individuo se presentó en la zona de aparcamiento de motocicletas que hay ante el número 20 de la Rambla Vella de Tarragona. Allí localizó la moto de la expareja, a la que arrancó el retrovisor. Un usuario que iba a aparcar la moto lo sorprendió y el acusado le confesó que «estaba fastidiando a la parienta» porque lo había dejado y «tenía relaciones con negros».

Posteriormente, siguiendo con su «plan destructivo», según la fiscalía, el hombre tiró al suelo la moto de la expareja y prendió fuego al depósito de gasolina con uno de los mecheros que llevaba. El ministerio público afirma que el hombre era consciente de que, además de destruir este vehículo, el incendio se podía extender, vista su proximidad, a otras motos próximas, al mobiliario e, incluso a edificios, tal como sucedió finalmente.

El hombre se marchó del lugar de los hechos y los Mossos d'Esquadra lo interceptaron hacia las cinco menos cuarto de la madrugada cuando caminaba por la N-340, a la altura de un concesionario de coches. Los agentes encontraron entre la ropa del hombre varios mecheros y un tarro de cola de contacto. Los Bombers sofocaron el incendio entre un cuarto y cinco de cinco y un cuarto de seis de la madrugada.

El incendio provocado ocasionó daños por un importe de 53.376,52 euros. Unos 16.000 corresponden a las once motocicletas calcinadas completamente, unos 3.600 euros a un árbol y en un semáforo del Ayuntamiento de Tarragona; casi 15.000 euros en un quiosco de la ONCE que se tuvo que sustituir; más de 16.000 en la fachada del edificio adyacente y unos 2.700 euros a un negocio ubicado en los bajos del inmueble.

La fiscalía pide para el hombre tres años de prisión y que indemnice a los perjudicados, en concepto de responsabilidad civil, con el importe de los daños y con la aplicación de los intereses legales correspondientes. También le exige que pague las costas procesales. El caso llegará próximamente a juicio en los juzgados de lo penal de Tarragona.