El cuaderno de viaje de Josep Maria Jujol

El arquitecto Josep Maria Jujol fue un gran dibujante. Siempre llevaba encima papel y un lápiz pequeño, y aprovechaba las salidas por todo el país por registar paisajes, elementos arquitectónicos o rincones de pueblos y ciudades que, porun motivo u otro, despertaban su interés.

Este miércoles se ha presentado en Tarragona la obra A peu amb Jujol, Quadern de viatge de l'arquitecte, un libro que recoge decenas de estos dibujos, ordenados de manera que conforman un viaje imaginario desde el Baix Ebre hasta la Cerdanya a través del trazo del dibujante tarraconense.

«Jujol no paraba de dibujar, era muy prolífico, y cualquier recortede papel le servía», detalla Jordi Amenós, autor del libro. En esta obra se puede constatar, no sólo la desazón jujoliana para recoger en forma de dibujo todo aquello que le llamaba la atención, sino también su excelente dominio de la técnica, ya que encontramos tanto trabajos de un estricto realismo académico como dibujos de una simplicidad máxima. Amenós, que trabaja para el Archivo Jujol digitalizando dibujos del Fondo Jujol, explica que este «álbum de dibujos» muestra técnicas «muy atrevidas, como el puntillismo, el uso de tramas verticales u horizontales o técnicas mixtas,» hecho que mujer pie a que «podamos conocer muy bien la faceta de dibujante del arquitecto Jujol».

Los dibujos que se muestran tienen en común el pequeño formado en que fueron realizados. Además, también solían coexistir diferentes dibujos sobre un mismo papel, no siempre relacionados entre ellos. «En función del tiempo de que disponía, a veces Jujol los acababa en casa, porque tenía una memoria fotográfica muy significativa que le permitía recordar muchos detalles», señala Amenós.

La función de estos dibujos era a menudo más documental que de expresión artística. «También documentaba elementos que le podían servir de inspiración», apunta al autor, «como|cómo es el caso de los ángeles giratorios. En el libro encontramos tres: el de la Masó, el del Vendrell y el de Puigcerdà, que posiblemente le habrían servido para hacer después al ángel de la Casa Bofarull, que en corona la torratxa. Seguramente les va dibixar porque ya cavilaba sobre cómo lo podía hacer, aventura Amenós. En todos, sin embargo, sobrevuela su gran interés por el paisaje y, en especial, por el del Campo de Tarragona, que es profusamente representado. Todos los dibujos del libro se presentan agrupados en capítulos que corresponden a comarcas de Cataluña, en un recorrido imaginario con paradas|puestos significativas en sitios como Vilallonga del Camp, destino de veraneo del arquitecto.

peu amb Jujol, Quadern de viatge de l'arquitecte ha sido editado por el Archivo Jujol y ha contado con la coordinación de Josep Maria Jujol Gibert jr. Se puede comprar a la cooperativa del Colegio de Arquitectos y a Drudis Ediciones, en la calle de los Herreros de Tarragona. «Más adelante valoraremos si quizás todo acabe siendo una exposición», ha concluido Jordi Amenós.