Sanidad
La avería de dos ecógrafos del Joan XXIII impide realizar pruebas a un bebé
La madre de un niño con un riñón pélvico dice que tiene visita con la nefróloga y no han hecho una prueba pedida hace tres meses»
El hijo de Marta Susi Ramos, de seis meses, nació con un riñón pélvico y una vez cada trimestre se le tiene que practicar una ecografía a fin de que la nefróloga que lo trata pueda ver la evolución del niño.
El próximo lunes tiene visita con el especialista. El pasado martes Susi acudió al Instituto de Diagnóstico por la Imagen (IDI), en el Hospital Joan XXIII, para pedir que hicieran a su hijo la ecografía correspondiente al segundo trimestre, «que la doctora pidió hace tres meses», pero no fue posible.
La madre expresó su malestar por el hecho de que no le realizaron la prueba y, poco después rellenó una hoja de reclamación. Al día siguiente, ayer miércoles «recibí una llamada del Instituto de Diagnóstico por la Imagen y me dijeron que dos ecógrafos estaban estropeados».
«Supongo que la llamada fue a raíz de la reclamación», comentó Susi, quien preguntó al IDI «por la posibilidad de derivarme en otro centro asistencial, ya que no puedo ir el lunes a la visita de la nefróloga sin que le hayan hecho la ecografía al niño: no tendría ningún sentido».
El departamento de comunicación del Hospital Joan XXIII confirmó ayer en esta redacción que los dos ecógrafos estuvieron «un día estropeados» y que se procedió a aplazar fechas a las personas programadas, mientras que «los casos de urgencia se hicieron con otros aparatos». El informante afirmó que los dos ecógrafos sólo dejaron de funcionar ayer, «no antes», y que desconocía «cuándo volverán a funcionar».
«No es el primer problema»
Susi explicó a Diari Més que «durante el embarazo se detectó que un riñón del niño estaba fuera de lugar y en el paritorio se le hicieron las primeras pruebas».
La madre añadió que «el riñón pélvico es más pequeño de lo que es normal y trabaja un 38 por ciento», según supo después de que le realizaran al niño la primera ecografía, coincidiendo con los tres primeros meses de vida.
En aquella ocasión ya surgieron «problemas», dijo Susi. «La primera vez no le hicieron la ecografía el día que tocaba y la consulta con la nefróloga no sirvió», dijo la madre, quiénes relató que «la hicieron al día siguiente». «Ahora estamos a la espera de que le puedan hacer la segunda antes del próximo lunes, porque nadie me ha llamado para darme cita».
Ante la proximidad de la próxima consulta, el pasado martes «presenté una queja en una hoja de reclamación para no tener cita para la ecografía y supongo que, por este motivo, el miércoles recibí la llamada en que me comentaron que los dos ecógrafos estaban estropeados». En la hoja de reclamación, donde Susi explicaba que el lunes tiene visita con la nefróloga y que no se le ha practicado la ecografía a su hijo, la madre indicó que «en 48 horas he llamado unas 25 veces y no me cogen el teléfono y, cuando finalmente el día 2 de diciembre lo cogieron, me dijeron que llamarían de manera urgente. Han pasado 36 horas y todavía no sé nada».
Susi indicó que «estamos hablando de la salud de un bebé con problemas de riñón». En el escrito, la madre apunta que «es la segunda vez que nos pasa y la consecuencia es volver a empezar, con el retraso que eso supone.» «Sabiendo que mi bebé se tiene que hacer la prueba cada tres meses, no es normal que tenga que ir detrás para que la administración haga bien su trabajo». Susi llamó a la Guardia Urbana ayer miércoles «para saber si podía verificar que las máquinas no funcionaban, me dijeron que no lo podían hacer y me indicó que podría buscar un abogado especialista en administraciones públicas para pedir el registro de pacientes y saber con seguridad si las máquinas funcionan o no».
Este no es el único caso en que las pruebas se retrasan a causa de la avería de alguno de los ecógrafos del Joan XXIII. Diari Més tiene constancia del retraso en pruebas a causa de la avería de algunos de los aparatos de la unidad de Urología del hospital tarraconense a principios de septiembre.