El Ayuntamiento de Tarragona quiere unir el centro con Llevant y Ponent con carriles bici

El Ayuntamiento de Tarragona quiere unir la plaza Imperial Tarraco con los barrios de Ponent de cara al 2021, tal como ha avanzado el consejero de Urbanismo, Xavier Puig. De hecho, ya hay un carril bici que llega hasta cerca del río Francolí, y la intención es alargarlo por encima del puente que cruza el río y a lo largo de la avenida Roma. Para completar el «carril educativo» el consistorio tendrá que negociar con la Generalitat a fin de que ceda, o permita hacer obras, en la C-31B, que llega hasta el Complejo Educativo de Tarragona, conocida como Laboral.

Por el otro lado de la ciudad, el consistorio también prevé hacer carriles bici, para unir el centro con las urbanizaciones de Llevant. En este caso la situación es un poco más compleja, porque tendría que pasar por la N-340, que es de titularidad estatal. «Estamos en negociación por la recepción de la carretera», señala Puig, que es optimista a la hora de poder llegar a un acuerdo, si bien reconoce que las conversaciones se pueden alargar.

El titular de Urbanismo tiene claro que si el Ayuntamiento asume el mantenimiento «muy elevado» de este tramo de carretera, el Estado tiene que hacer inversiones. «Tiene que haber una compensación», indica Puig. La intención del consejero es que si, como está pasando en los últimos años, el Estado no da dinero al consistorio para compensar el coste del mantenimiento, haga una inversión. Y esta sería, precisamente, adecuar la vía para hacer un carril bici. «Lo queremos ver durante esta legislatura», remarca.

Aparte de todo estos proyectos, Puig reflexiona que en los próximos años también habrá que hacer adecuaciones en el centro de la ciudad. No sólo para potenciar la bicicleta en detrimento del uso de los coches, sino también para dar respuesta a la irrupción de los patinetes eléctricos. El consejero habla abiertamente de conectar la estación de tren, la Part Baixa y la avenida Catalunya.

Todas estas obras del centro implicarán una reorganización del tráfico y de los espacios que actualmente ocupan los vehículos. «La tendencia es que el carril bici no sea en detrimento de los peatones, sino en todo caso de los coches», apunta. De todos modos, manifiesta que no siempre se tendrán que eliminar carriles de circulación de coches, sino que se pueden redimensionar algunos carriles para hacerlos más estrechos y dejar sitio a las bicicletas, así como redistribuir las zonas de aparcamiento.

Campus de la URV unidos por bici

El consistorio ya adelantó hace semanas que quiere desarrollar una red de carriles bici durante este mandato que permita que el centro de la ciudad esté conectado con los barrios de Llevant y de Ponent. El equipo de gobierno ya ha previsto una primera partida de 550.000 euros para el presupuesto del 2020 para unir los campus Catalunya y Sescelades de la Universitat Rovira y Virgilio (URV), y que también enlazaría con la estación de autobuses situada en la plaza Imperial Tarraco. Para hacer el proyecto entero el consistorio tendrá que negociar con el Estado y con la Generalitat, que tienen la titularidad de algunos tramos de carreteras y que está previsto que se adecuen para que también puedan pasar ciclistas.

El consejero de Urbanismo del Ayuntamiento de Tarragona, Xavier Puig, explica que la primera fase es la que han denominado «carril educativo», ya que además de conectar los dos campus universitarios también pasará muy cerca de otras escuelas e institutos de la ciudad. Eso también permitirá unir el centro con el barrio de Sant Pere i Sant Pau.