Sólo 4 de las 11 fuentes del Parc del Francolí de Pont y Gol de Tarragona funcionan

El mantenimiento del Parcdel Francolí es, a menudo, motivo de queja por parte de la asociación de vecinos de la zona, que considera que no se tiene suficiente cuidado de un espacio visitado por muchos tarraconenses para disfrutar de este lugar de recreo. Uno de los aspectos negativos que más denota la poca atención que el Ayuntamiento dedica al parque es la gran cantidad de fuentes públicas inutilizadas a causa, en la mayoría de los casos, de hechos vandálicos. De las once que hay entre el Puente de Santa Tecla y la autovía A-7, sólo funcionan correctamente cuatro. Seis están estropeadas y no disponen del grifo, por lo cual están en desuso, mientras que la que había en un pequeño promontorio situado en el último de la comisaría de la Guardia Urbana sufrió dos episodios definitivos. Aunque aportaba agua, el óxido del pie de la fuente hizo que esta cayera al suelo. En vez de poner una nueva, el Ayuntamiento optó por retirar la que estaba estropeada, dejando sin fuente el espacio que había ocupado desde la inauguración del parque.

Roser Barrio, secretaria de la Asociación de Vecinos Parcdel Francolí, manifestó ayer domingo en esta redacción que algunas «fuentes hace años que están rotas, hecho del cual hemos informado mediante la APP del Ayuntamiento para que las pongan a punto, pero no se ha hecho nada». Barrio no mostró su extrañeza por este hecho y apuntó que «el jueves de la semana pasada cayó una señal a causa de la ventolera, y sigue en el mismo sitio», en clara referencia al estado en que se encuentra la zona vinculada al parque.

«La sensación que tenemos es que el parque está abandonado», dijo Barrio, «un hecho que pasa en otros barrios de Tarragona, cómo así nos lo dicen muchas asociaciones de vecinos». Barrio explicó que, según su opinión, «la culpa no es del Ayuntamiento, sino de las empresas que tienen que cuidar del mantenimiento».

Muchas de las fuentes que están inactivas sufren problemas de oxidación, de manera especial en su base, lo cual supone un riesgo para los niños y los animales que pueden chocar con las zonas afectadas. Barrio dijo que «es un peligro para la salud pública». Además, esta degradación puede suponer una grave afectación en la estructura de la fuente y que esta caiga al suelo.