El gobierno de Tarragona aprueba el presupuesto del 2020 con el apoyo de Junts y la CUP

El pleno del Ayuntamiento de Tarragona ha aprobado este viernes el presupuesto del 2020 con los votos favorables del equipo de gobierno (ERC y ECP), Junts per Tarragona y la CUP. El resto de grupos, PSC, Ciutadans y PP, han votado en contra. Las cuentas suben a 177 millones de euros y destinan 12,5 MEUR a inversiones, sobre todo en cultura, patrimonio, vivienda social, educación y medio ambiente. La oposición ha criticado el aumento de impuestos como la recogida de la limpieza, la plusvalía por la venta de pisos o el IBI para viviendas vacías, así como la «falta de un proyecto de ciudad». La CUP y Junts per Tarragona, desde fuera del gobierno, han dado el 'sí' para facilitar la transformación de Tarragona.

Desde el gobierno municipal, el conseller de Servicios Económicos, Jordi Fortuny, ha indicado que se trata de un presupuesto «para empezar a materializar un proyecto de ciudad». Fortuny ha destacado las inversiones en patrimonio, personal para hacer inspecciones fiscales, movilidad, enseñanza, seguridad o bienestar social. El alcalde de la ciudad, Pau Ricomà, ha asegurado que «ahora empieza una nueva etapa». «Seguro que de aquí tres años y medio cuando acabamos la legislatura la ciudad tendrá un saldo más que positivo, ha señalado. Los socios de gobierno de ERC, ECP, también han valorado positivamente las cuentas. La portavoz de los comunes, Carla Aguilar-Cunill, ha afirmado que «es un día importante para la ciudad» y ha valorado la relación con los republicanos.

Desde la oposición, Junts per Tarragona y la CUP han dado apoyo a las cuentas. Dídac Nadal (JxTgn) ha manifestado que «a un alcalde se lo tiene que dotar de las herramientas para gobernar» para justificar su voto. De todos modos ha expresado que «no todo» les gusta, pero que se encuentran «cómodas dando apoyo» al ejecutivo.

Más contradicciones ha expresado la portavoz de la CUP, Laia Estrada. Primero ha asegurado que no son las cuentas que habrían querido aprobar y ha dado un repaso exhaustivo a todas las cuestiones que no les gustan. Estrada ha citado que consideran que no hay partidas para cohesionar la ciudad, poca dotación para los presupuestos participativos, no ha previsto hacer una auditoría para «conocer la magnitud de la herencia» del anterior gobierno y falta una partida para «combatir la corrupción».

No obstante, ha explicado que el voto afirmativo de la CUP es uno «sí crítico». La cupaire ha indicado que las propuestas que habían hecho para incorporar a las cuentas «no eran en clave capitalista», sino socialdemócrata y ha estado clara al asegurar que el proceso de negociación con el gobierno «ha sido nefasto». Con todo, ha valorado positivamente cuestiones como el incremento de personal en diferentes áreas, las mejoras previstas por enseñanza o la partida de 600.000 euros para ayudas a la rehabilitación de pisos vacíos que se destinen a alquiler social. «Se ha demostrado que cuando nos ponemos a trabajar, llegamos a acuerdos. Queremos trabajar desde fuera del gobierno para facilitar la transformación de la ciudad», ha expuesto Estrada.

El «sí crítico», a la CUP le ha costado reproches de otros grupos, como Ciutadans. Su portavoz, Rubén Viñuales, ha reprochado en Estrado que le ha dado «un cheque en blanco» al ejecutivo. «Confía en que habrá modificativos de crédito durante el año, y creo que es dar demasiada confianza», ha lanzado. Viñuales también ha sido contundente con la subida de impuestos, especialmente porque «no son progresivos». «No es demasiado de izquierdas», ha comentado dirigiéndose en ERC y ECP. El portavoz del partido naranja también ha afirmado que se hubiera planteado la abstención si hubiera habido una partida de un millón de euros para la conservación del patrimonio, y ha lamentado que sea de 100.000.

Una afirmación que desde el gobierno, Xavier Puig, ha contrarrestado detallando las inversiones previstas para el año que viene en diferentes monumentos, que ha asegurado que superan este millón. Desde de ERC también han pedido a Ciudadanos que «como mínimo» se abstuviera porque «el 85%» de sus propuestas se habían incorporado.

El PSC y PP, también en contra

Para el PSC, las cuentas de ERC y ECP son la muestra de un «horizonte decepcionante para un futuro que no han sido capaces de dibujar», en palabras de la portavoz, Sandra Ramos. La socialista ha asegurado que en el 2020 no subirán las aportaciones en materia social y feminista y ha defendido que la Universidad Rovira i Virgili participe en el estudio de la calidad del aire que quiere impulsar el consistorio, aunque considera que lo tendría que pagar la Generalitat. En el turno de palabra final, Ramos ha pasado la responsabilidad del futuro de la ciudad en ERC y ECP. «Es su gobierno, su presupuesto y su capacidad de ejecutarlo», ha incidido.

Finalmente, el PP también ha incidido en el hecho de que el ejecutivo «no tiene un proyecto de ciudad» y que lo que plantea al presupuesto «no es el proyecto con el cual pidieron el voto a las municipales». También ha criticado que la subida de impuestos se haya hecho para cuadrar cuentas y ha apuntado que se trata de un «gobierno débil» que inicia «cuatro años perdidos por Tarragona».

Multa en FCC

Fuera del debate de presupuestos, el plenario también ha aprobado sancionar la empresa Fomento de Construcciones y Contratas (FCC), la encargada de la limpieza en la ciudad, por tres faltas en la realización del servicio. Los tres incumplimientos han supuesto una multa superior a los 100.000 euros, y forman parte de una auditoría que ponía de manifiesto un total de nueve expedientes contra la compañía. La CUP ha evidenciado su disconformidad en el hecho de que la sanción se haya aplicado por la parte baja de la horquilla que prevé la normativa.