De Tarragona en Maribor (Eslovenia)
Sociedad
«El gobierno esloveno da cupones de comida a los estudiantes»
Marc Colilla es un estudiante Erasmus en la universidad de Maribor (Eslovenia) en el grado de Comunicación Audiovisual
Marc Colilla Hurtado es un tarraconense de 21 años que actualmente vive en Maribor, en Eslovenia, donde estudia el cuarto curso de Comunicación Audiovisual. Dentro del programa Erasmus, desde el pasado 18 de septiembre se forma a la Univerza v Mariboru.
—Cómo ha sido su trayectoria profesional hasta ahora?
—Llevounos 10 años tocando cámaras, pero haciendo cosas más o menos interesantes llev4 o 5. Soyfotógrafo y videografofreelance . Hasta ahora he hecho sesiones de fotos, fotos y vídeos de acontecimientos y espectáculos, y encargos.
— Qué motivos la llevaron a ir a Eslovenia?
—Enprimero de Bachillerato, estudiando al Instituto Campclar, pude participar en el programa Erasmus+, sustituto del anterior Comenius. Gracias a él estuvimos una semana en Lahr, Alemania, y en Siedlce, Polonia, y entendí lo que era el sentimiento europeo. Fue entonces cuando me convencí y a cuarto de carrera me encuentro haciendo un Erasmus..
—Cuál fue su primera impresión al llegar?
—Nada másllegar fuimos en la residencia a recoger las llaves y, una vez en nuestra habitación, ya empezamos a conocer gente, exactamente dos chicas de Valencia de la habitación de delante. El primer día ya asumimos que conoceríamos a mucha gente y que haríamos buenas amistades. Aquel día acabamos comiendo y cenando juntos. Fue entonces que vimos que comer fuera de casa aquí es mucho más barato que en Tarragona y sin tener que ir a sitios de comida rápida.
—fue muy sorprendente el cambio o fue, más o menos, tal como se lo había imaginado?
—Pues era la primera vez que salía a vivir fuera de casa y tenía cierto miedo, pero el hecho de no venir a Eslovenia solo y hacerlo con una compañera de clase ha facilitado las cosas. Sobre la forma de vivir en general, no tenía una idea previa así que todo era nuevo, desde los precios de los restaurantes a la mala costumbre que tienen los coches aquí de no frenar nunca del todo a los pasos de peatones.
—Cuáles son las principales diferencias entre Maribor y su casa?
—En extensión, Maribor es compacta y, por lo tanto, parece más grande que Tarragona. Además, aquí no se edifica hacia arriba. Los edificios, como mucho, tienen 4 o 5 plantas. A pesar de tener sólo 30.000 habitantes menos que Tarragona, parece más un pueblo grande que una ciudad pequeña. Buena parte del centro de la ciudad, al contrario que en Tarragona, es de peatones, cosa que da un ambiente diferente a las calles. Además, para subsanar el hecho de no poder llegar en coche en la puerta de casa, existen unos minibuses eléctricos de 5 o 6 plazas que te recogen y te llevandonde quieras del centro. Llevan el logo del ayuntamiento como los autobuses de línea, los puedes pedir por teléfono y son gratuitos. También se tiene más conciencia de ir andando o en bici en los sitios.
—Cuáles son los lugares más característicos de su nueva ciudad de acogida?
— Al lado de la residencia tenemos el Parque de la Ciudad, que más que un parque parece un bosque con caminos y un lago artificial. Desde este parque se puede subir a una colina denominada Piramida donde se tiene una vista lo bastante bonita de la ciudad. El camino para llegar está rodeado de viñas, y es que Maribor tiene la viña más antigua del mundo. Son también muy recomendables las plazas del centro y un paseo porelrío Drava.
—Qué destacaría de la manera de trabajar del país?
—El primer día, a la presentación de la facultad, nos remarcaron que los eslovenos son muy puntuales. En la práctica lo comprobamos. Los pequeños comercios cierran en las 7 o 8 de la tarde, los supermercados lo hacen a las 9 de la noche y abren todos los domingos de 9 a 3 de la tarde.
—Qué es lo que más echa de menos de casa?
—Mis padres, mi hermano Aleix, la familia y amigos, aunque aquí también esté haciendo. Echo de menos también la vida que a veces tiene Tarragona, aquí se hace de noche y la ciudad muere. Aquí tenemos el río con su importante caudal pero nada comparable con ir a tocar hierro y ver y oírel mar.
—Qué costumbre del país actual se llevaría hacia Cataluña?
—Una cosa única y muy útil paralos estudiantes: los cupones para comer. Una vez tienes el número EMŠO (una especie de NIE de aquí), tenso acceso a una app del gobierno con cupones mensuales para comer o cena en restaurantes porprecios que rondan los 2 y los 4 euros. Estos menús de estudiantes suelen incluir sopa del día, ensalada, plato principal a escoger, fruta y agua. Además, en el app se pueden localizar los restaurantes que participan en los cupones, qué platos tienen y cuánto te costará.
—Tiene intención de volver pronto o de momento no?
—Volveré unos días a Tarragona para pasar la Navidad con la familia y mi Erasmus acabará a finales de febrero, cuando tenga que decirle «hasta pronto» en Eslovenia.