Endesa cierra una anilla eléctrica en Tarragona para reforzar el servicio en tres barrios de la ciudad

Endesa ha invertido 125.000 euros para construir un nuevo tramo de línea subterránea por término medio tensión en 25 kV en Tarragona con el objetivo de cerrar una anilla eléctrica en la ciudad e incrementar la calidad y la continuidad del suministro en los barrios de Icomar, Torreforta y Río Clar, según fuentes de la compañía eléctrica. Además, se han reformado tecnológicamente dos centros de transformación. La compañía ha extendido un nuevo tramo de 675 metros de cableado con el fin de enlazar cuatro centros de transformación que hasta ahora estaban aislados, de manera que se crea lo que se denomina técnicamente una anilla eléctrica. Eso posibilita que, en caso de incidencia de una de las líneas principales, se pueda dar servicio a los clientes afectados por una vía alternativa. Tampoco habrá que interrumpir el servicio en casos de trabajos programados o mantenimiento de la red.

Esta operación ha posibilitado empezar a desguazar dos líneas eléctricas diferentes que confluían en estos barrios, lo cual ha comportado la retirada de 16 torres de hormigón, cuatro palos de madera, dos soportes metálicos y 285 metros de cable. Esta fase se acabará en breve, según informa Endesa. En uno de los extremos, se ha mantenido un tramo de red aérea, pero también se ha reformado con la sustitución de 67 metros de cableado, reforzando la capacidad de la línea.

Por otra parte, se han reformado tecnológicamente dos centros de transformación de estos barrios. En uno de ellos, se han sustituido las tradicionales cabinas por unas nuevas de última tecnología, ya preparadas para telecomandarlas, es decir, dotarlos con de equipos de actuación remota y un sistema de comunicaciones que permite accionar a distancia sus dispositivos de maniobra desde el centro de control de la compañía. Esta característica permite evitar la necesidad de desplazar equipos sobre el terreno en caso de incidencias.

Y en un segundo centro de transformación se han reemplazado las cabinas convencionales por unas nuevas encapsuladas con un gas de características especialmente aislantes. Estas cabinas, completamente estancas, tienen una mayor capacidad de extinción en caso de que se produjera algún incidente y son más seguras para los técnicos, cuando tienen que entrar en el centro de transformación a hacer trabajos de mantenimiento y mejora o llevar a término alguna maniobra.