La URV lidera un proyecto europeo para buscar soluciones a la exclusión social derivada del turismo

Incremento del coste de vida, escasez y encarecimiento de la vivienda, congestión de servicios y espacios públicos, empobrecimiento y marginalización de los trabajadores más vulnerables y transformación de la identidad cultural de los barrios. Estos son los principales problemas que están sufriendo las ciudades que tienen que convivir con una afluencia turística cada vez más masificada. Aportar soluciones innovadoras a estos conflictos es uno de los objetivos principales del proyecto SMARTDEST, una iniciativa liderada por Antonio Russo, investigador del Departamento de Geografía de la Universitat Rovira i Virgili, que ha recibido 3,1 millones de euros de financiación europea para contribuir, en los próximos tres años, al diseño de políticas públicas que eviten la exclusión social de los ciudadanos que residen en los núcleos urbanos afectados.

El proyecto, en el qué participa un consorcio de 12 socios de diferentes países de la Unión Europea, estudiará inicialmente los casos de 4 ciudades preseleccionadas para hacer una prueba piloto: Barcelona, Venecia, Jerusalén y Amsterdam, que ya tienen en marcha una amplia gama de iniciativas para favorecer la inclusión social relacionada con el desarrollo del turismo y experimentan soluciones inteligentes para hacer frente al exceso de la presión turística que sufren. En una fase posterior se incluirán otras cuatro ciudades.

Durante estos tres años se trabajará, por una parte, para analizar el rol de las movilidades turísticas y otras formas de habitar temporalmente la ciudad como hechos transformadores de los núcleos urbanos. También se examinará el fenómeno de la exclusión social, cada vez más presente en estos tipos de ciudades y que viene derivado del desplazamiento de los servicios sociales de los núcleos urbanos hacia la periferia. Además, a través de un trabajo colaborativo con agentes sociales de las ocho ciudades que se incluirán al proyecto, se estudiarán las formas de resistencia y autoorganización ciudadana. También se desarrollarán Citylabs, laboratorios de ideas que funcionen como sedes de diseño participativo de soluciones centradas en las necesidades de la comunidad y propongan soluciones políticas innovadoras, y finalmente se transferirán los resultados obtenidos durante estos tres años de trabajo a nivel local hacia las entidades políticas y entidades afectadas.

El objetivo final de este proyecto es acabar produciendo un impacto social, y que los laboratorios de diseño de soluciones que se crearán a nivel local puedan escalar las nuevas formas de trabajar en el ámbito europeo con el fin de encontrar soluciones estratégicas al exceso de presión turística en los sectores sociales, políticos y económicos.

Los días 9 y 10 de enero tuvo lugar la primera reunión del proyecto SMARTDEST, que congregó en Tarragona representantes de las entidades participantes y de instituciones y se espera una primera muestra de resultados el próximo más de abril.