Explosión Canonja
Tarragona hace un minuto de silencio en recuerdo de las víctimas de la explosión de IQOXE
El alcalde, Pau Ricomà, insta a la patronal a garantizar la seguridad y unas condiciones laborales dignas en las empresas
Tarragona ha hecho este jueves al mediodía un minuto de silencio en las puertas del Ayuntamiento en recuerdo de las víctimas de la explosión del martes en la planta de IQOXE. Al acto ha asistido el alcalde, Pau Ricomà, concejales de todos los grupos políticos y funcionarios municipales.
Dos días después del accidente en la petroquímica, Ricomà ha reclamado a la patronal que garantice la seguridad de los trabajadores y del conjunto de la ciudadanía por encima de la obtención de beneficios. El alcalde cree que hace falta un compromiso «muy claro» de la AEQT y que las medidas acordadas se recojan en la negociación colectiva. Después de la polémica por la no activación de las sirenas, el alcalde ha vuelto a plantear la necesidad de actualizar los protocolos de información de este tipo de incidentes.
Pau Ricomà ha vuelto a exigir seguridad y garantías en la industria química. El alcalde ha apuntado que los recortes de personal son «especialmente sensibles» en este sector y que los trabajadores de ninguna manera pueden trabajar «en unas condiciones que no sean las mejores».
«Por encima de los beneficios económicos está la seguridad de los trabajadores y del conjunto de la ciudadanía. Por lo tanto, se tiene que ser muy exigente y hace falta un compromiso muy claro de la AEQT y que los convenios colectivos recojan estas medidas de seguridad y la mejora de las condiciones laborales, tanto de los que trabajan en plantilla como los de las empresas subcontratadas», ha declarado el alcalde al acabar el minuto de silencio.
Sobre las críticas por la no activación de sirenas y las posibles deficiencias de comunicación de la incidencia, Ricomà ha insistido en que «hay que aplicar tecnología del siglo XXI para informar a la población de lo que pasa». «No puede ser que nos estemos comunicando como hace 30 años», ha insistido. En este sentido, el alcalde se ha vuelto a mostrar partidario del envío de mensajes de teléfono móvil, de forma universal, a toda la población de la zona afectada.
Por otra parte, Ricomà ha lamentado a la tercera víctima mortal de la explosión, que justo conoció ayer cuando volvía de visitar el hospital de la Vall d'Hebron, acompañado de la primera teniente de alcalde, Carla Aguilar-Cunill. Ricomà ha informado de que los otros dos heridos que se encuentran en el hospital barcelonés «están fuera de peligro», uno con quemaduras en el 23% del cuerpo -principalmente en la cara- y el otro con afectación en una mano.