Diari Més

Explosión en el polígono de Tarragona

«Choca ver el nivel de destrozo cuando llegas allí», relata uno de los bomberos que trabajó en la explosión de Iqoxe

El subinspector Juan Manuel Gonzalbes destaca el rescate de personas y la atención a los heridos como prioridades iniciales

El subinspector Juan Manuel Gonzalbes en el Centro de Mando Adelantado de La Canonja durante la gestión de la emergencia de la empresa Iqoxe

«Choca ver el nivel de destrozo cuando llegas allí», relata uno de los bomberos que trabajó a la explosión de IqoxeACN

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Por los años que llueva de servicio, el subinspector de los bomberos Juan Manuel Gonzalbes reconoce que no puede comparar los efectos de la explosión de Iqoxe con la del atentado contra el rack de Repsol el año 1987, el otro gran incidente que ha sufrido el complejo petroquímico de Tarragona durante las últimas décadas. Pero si alguna cosa leha impactado es el hecho de haber trabajado en esta emergencia, de las mayores en las cuales ha tenido que participar, según reconoce, es el paisaje de destrucción que dejó la explosión en las instalaciones de la planta que producía óxido de etileno en la Canonja. En una entrevista con el ACN, Gonzalbes relata que la prioridad en el primer momento de llegar al lugar de los hechos fue rescatar a las personas y atender a los heridos.
«La imagen es impactante cuando llegas allí: las oficinas tienen los cristales rotos y ves el nivel de de destrozos en el interior. Es una imagen que choca, porque el nivel de destrozos es muy grande,» manifiesta el subinspector de los bomberos. Relata Gonzalbes que, especialmente, la zona más próxima al reactor que explotó quedó totalmente destrozada, una vez la intensidad del incendio permitió captar el entorno. También el edificio de control próximo se hundió y estructuralmente está muy dañado. Un paisaje dantesco, casi apocalíptico.

Según explica, las primeras dotaciones que se desplazaron justo después de que el 112 recibiera el fatídico aviso tenían como una de las prioridades el rescate y la atención sanitaria de las posibles víctimas. Lo hicieron codo con codo con los efectivos de bomberos que trabajan en el mismo parque químico. «Se hizo el recuento de personas que tenían que estar y vimos que una persona faltaba», precisa. Era la jefe de planta de la fábrica, que quedó atrapado en la sala de control y cuyo cuerpo fue localizado el miércoles por los bomberos bajo los escombros.

La otra gran prioridad operativa, añade el mismo Gonzalbes, era refrigerar el tanque de propileno donde se había producido un escape. En los momentos iniciales, subraya, la identificación del riesgo químico concreto resulta fundamental. Una tarea que asume el grupo de expertos en riesgos tecnológicos de los bomberos. Este análisis, apunta, es esencial para planificar las tareas y «minimizar los riesgos». «Por suerte, son accidentes que no se producen habitualmente, pero el cuerpo de bomberos, no diré que está acostumbrado, pero periódicamente efectúa este tipo de servicios», zanja.

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