Destrozan bujías de motos para poder después robar a coches aparcados en Tarragona

Propietarios de motocicletas aparcadas por las calles de Tarragona se encuentran, cuando intentan arrancarlas, con que tienen las bujías literalmente destrozadas a golpes de piedra o materiales contundentes. Este es el caso de Miquel, un vecino de Tarragona que en menos de una semana se encontró en dos ocasiones con este tipo de situación, y no es la primera vez que le pasa.

«Hace algunos meses me encontré con la capucha sacada y la bujía puesta en su sitio pero rota. Había material de un ladrillo por el suelo y a la moto. En aquel momento, sinceramente, pensé que de alguna manera algún traslado de material por alguna obra lo había afectado accidentalmente».

Pero al principio de este mes de enero se volvió a reproducir el incidente, «la bujía destrozada y todo lleno del material que habían utilizado para romperla». Resultaba evidente que no había sido una acción accidental, y se hizo todavía más evidente cuando una semana más tarde nuevamente se encontró la bujía destrozada.

«La moto siempre la dejaba aparcada en la misma zona de la Rambla Nova. No dispongo de un aparcamiento propio y la tengo que dejar en la calle». La razón por la cual a alguien le puede interesar destrozar una bujía de una moto hace falta buscarla en el robo de coches.

De hecho, en la ciudad de Tarragona son recurrentes las denuncias por robos de vehículos en los cuales les han roto algún cristal para acceder. Para romper los cristales es para lo qué sirven las bujías que buscan a los ladrones.

La razón es que el revestimiento cerámico de las bujías es tan duro que permite romper de manera sencilla un cristal tan sólo utilizando un pequeño fragmento. El mismo Miquel lo explica, «el mecánico del taller me lo confirmó y lo busqué en internet porque no entendía por qué sufría los 'ataques' a la moto. Lo utilizan para romper cristales de coches. De hecho hay vídeos en internet que muestran el sencillo que es hacerlo con un pequeño trozo de cerámica».

El vecino afectado desconoce si hay muchos más motoristas afectados, «no lo denuncié a la policía. Aunque es una molestia tener que ir cada vez al taller, todo se soluciona poniendo una bujía nueva». Considera que ha sufrido tantos ataques, «porque en mi motocicleta el acceso a la bujía es bastante sencillo. Supongo que depende del modelo de moto es más complicado».

De momento la única solución que puede 'aplicar' Miquel es ir cambiando el lugar donde aparca, huyendo de la zona de la rambla donde se le han repetido los ataques, «pero supongo que acaba siendo una lotería».