Los bares del entorno de la estación se resienten por el nuevo servicio ferroviario

El bar de la estación de trenes de Tarragona y los localizados en la zona de influencia ha notado un descenso de clientes desde que el pasado 14 de enero entrara en funcionamiento el Corredor del Mediterráneo. Casi tres semanas después, los establecimientos consideran que la medida les será negativa, sobre todo cuando se inicie la temporada turística, a partir de la Semana Santa. Lídia Arias i Cloti Macias, quiénes ayer por la mañana atendían a los clientes en el bar ubicado en el interior de la estación, comentaron que los cambios, con la desaparición de los Euromed y el cierre de la estación de Salou, «lo estamos notando mucho y la gente nos comenta que los cambios no les va bien». «Hemos notado un descenso en la venta de bocadillos, pastas y botellas de agua», dijo Macias. Por su parte, Arias comentó que «la gente no entiende que hayan cerrado la estación de Salou, hecho que notamos más que el hecho de que no lleguen los Euromed.» La trabajadora de este establecimiento apuntó que «pensamos que todavía lo notaremos más en verano, a consecuencia del cierre de la estación de Salou, porque no sabemos cómo nos irá con los turistas extranjeros».

La camarera de un bar situado en la calle Començ, El Campero, comentó que «hemos notado un poco el descenso de clientes y la gente nos comenta que está molesta por los cambios que ha habido». «Es una vergüenza», apuntó a esta camarera que prefirió no dar su nombre. «Algunos de nuestros clientes eran personas que estaban de paso y ahora no venden», dijo, para añadir que «no es normal que una capital como Tarragona no tenga determinados trenes y que la gente tenga que ir a la estación del Campo de Tarragona, que se encuentra a media hora de aquí». «Nosotros trabajamos menos desde que sacaron trenes de la estación, pero también los taxistas», afirmó.

Por su parte, Pedro Gracia, del bar El Ateneo, apuntó que «la gente se queja del hecho de que hayan sacado la estación de Salou». Gracia no valoró la afectación de los cambios a la red ferroviaria tarraconense porque «hace treinta y cinco días que hemos abierto el bar», por lo cual la entrada en servicio del Corredor del Mediterráneo «nos ha cogido a la mitad». No obstante, «la mayoría de las personas que venden al bar se quejan del cierre de la estación de Salou y que la comunicación con la del Campo de Tarragona es terrible». «Tendrían que poner un transporte gratuito», dijo. «Los taxistas también nos comentan que lo están notando, sobre todo por|para la desaparición del Euromed,» remarcó.