La Congregació de la Sang de Tarragona aprueba los nuevos estatutos y abre la puerta a la presencia de mujeres

La Reial i Venerable Congregació de la Puríssima Sang de Nostre Senyor Jesucrist de Tarragona celebró ayer lunes por la tarde una junta general extraordinaria que implicó la aprobación de los nuevos estatutos, que suponen cambios de gran importancia. Los miembros de la congregación votaron a favor de la incorporación de la mujer y la modificación del sistema electoral. Los anteriores estatutos fechaban del año 1913. De hecho, la congregación vuelve a sus inicios, cuando la mujer ya formaba parte. Los nuevos estatutos salieron adelante con 45 votos a favor, 9 en contra y 4 en blanco.

El subprefecto de la congregación, Joan Ignasi Boada, manifestó en esta redacción que el arzobispo Joan Planellas «ha visto bien los cambios». Planellas, recogiendo las indicaciones que su antecesor, Jaume Pujol, hizo a la junta directiva, determinó admitir mujeres con pleno derecho en esta congregación que fecha del año 1545. La anterior junta hizo la solicitud unos años atrás y en el 2015 estalla una polémica que ahora, en cierta manera, se cierra.

Boada destacó que las mujeres que se hagan congregantes «tendrán derecho a voz y voto, como cualquier persona, y podrán ocupar cargos». El subprefecto añadió que, con esta decisión, «esperamos cerrar una etapa». La medida aprobada llega después de que «muchas mujeres nos han pedido entrar en la congregación», dijo. «Actualmente, una congregación no puede estar formada sólo por hombres o por mujeres», remarcó.

Boada comentó que más del 70 por ciento de las personas que participan en los actos de la Semana Santa de Tarragona «son mujeres» y confía en que el hecho de modificar los estatutos con la finalidad de los cuales puedan incorporarse a la veterana entidad permitirá «tener más congregantes». El subprefecto apuntó, también, que «estamos satisfechos por el hecho de que los dos arzobispos –Jaume Pujol y Joan Planellas- han estado muy receptivos con todo lo que les hemos propuesto». La modificación de los estatutos se ha retrasado a causa del relevo en el Arzobispado como resultado de la jubilación de Jaume Pujol.

Los nuevos estatutos pueden facilitar un relevo generacional. Boada destacó la conveniencia de que más gente joven participe de manera activa en los diferentes actos de la Semana Santa y los nuevos estatutos de la Sangpueden ser un factor determinante con respecto a su congregación.

Nuevo sistema electoral

La junta general extraordinaria de ayer comportó también un cambio significativo en el sistema electoral. Boada explicó que «las elecciones para escoger la junta se harán cada cuatro años y sólo se podrá renovar el mandato por cuatro años más». Boada indicó que el subprefecto presentará su candidatura. En este contexto, Boada dijo que las elecciones se podrían convocar pasada la Semana Santa y una vez el arzobispo apruebe los nuevos estatutos» y remarcó que confía en el hecho de que se presenten varias candidaturas.

Volver al pasado

La presencia de mujeres a la congregación no será un hecho nuevo. En sus inicios, estaba formada por hombres, mujeres, clérigos y seglares. La situación empezó a cambiar en 1876, cuando el arzobispo Constantí Bonet i Sanui decidió que la cofradía estuviera formada por dos ramas, la masculina, y una femenina que es la Congregación de Señoras bajo la invocación de la Purísima Sangde Nostre Senyor Jesucrist y de la Virgen de la Soledad. Años más tarde, y a instancia del arzobispo Tomàs Costa i Formaguera, se decidió actualizar los estatutos de la congregación, que fueron aprobados por el vicario capitular Francesc de Asís Vidal y Barraquer el 26 de abril de 1913. Estos estatutos son los que todavía siguen vigentes, hasta la aprobación definitiva por Joan Planellas.

La Semana Santa de Tarragona vivió un momento también determinante en los años setenta, cuando era arzobispo Josep Pont i Gol, quien permitió a las mujeres de todas las congregaciones poder participar en la procesión del Santo Entierro, organizada por la Sang. Ya en tiempo del arzobispo Lluís Martínez Sistach, y a petición de las dos congregaciones, se creó una comisión mixta con su normativa, la cual fue confirmada y actualizada por el arzobispo Jaume Pujol en el 2014.

Un año después, en el 2015, DiariMés avanzaba la noticia de la inminente destitución de la junta directiva de la congregación por decisión del arzobispado. La polémica precedió esta información. El motivo, según se publicó, había sido que la congregación había reclamado que se acabara la discriminación por género y, acto seguido, su subprefecto, Josep Maria Fortuny, fue apartado. En 2013, la Sanghabía pedido unificarse con la Soledad, pero esta segunda entidad lo rechazó y, como alternativa, plantearon que las mujeres pudieran entrar a su entidad si así lo querían.