Historia
La Guerra Civil con todos los matices
Los historiadores David Íñiguez y David Gesalí ofrecieron una charla en el Arxiu del Port de Tarragona
En el marco de los actos programados en la ciudad de Tarragona para conmemorar el final de la Guerra Civil, este martes el Arxiu del Port acogió la charla Per mar i aire: els atacs al port de Tarragona (1936-1939). Tipologies, tàctiques i estratègies emprades, a cargo de los historiadores David Iñíguez y David Gesalí.
El Port de Tarragona fue gravemente afectado por los bombardeos durante la Guerra Civil española (1936-1939). El primer ataque tuvo lugar el 27 de mayo de 1937, y el último el 15 de enero del 39. Tal como recoge el mismo Arxiu del Port, se calcula que, en este intervalo, Tarragona sufrió 144 ataques aéreos inducidos por 600 aviones Saboya, Junkers y Heinkel de las fuerzas alemana e italiana, que tiraron más de 2.200 bombas.
Esta información, explica David Íñiguez, está extensamente documentada, de aquí que los dos investigadores hayan querido ir un paso más allá: «Los historiadores trabajamos con lo que pasó y por qué pasó, pero a menudo esta segunda pregunta queda un poco olvidada. Los bombardeos aéreos no buscan sólo matar civiles, cada ataque tiene una explicación, y eso es lo que nos interesa», explica. A modo de ejemplo, el también profesor de la UB recuerda uno de los ataques más famosos de Tarragona, el bombardeo contra el depósito de Campsa, en el cual se quemaron 18 millones de litros de combustible –unas dimensiones que el historiador equipara en lo que podría ser en la actualidad un ataque a la petroquímica. «Este asalto no estaba previsto por los aviones atacantes, que en realidad querían bombardear la ciudad de Barcelona. Pero se encontraron nubes, y les fue imposible tirar las bombas. Por eso los aviones recorrieron la costa y se acercaron al segundo objetivo previsto, la ciudad de Tarragona», relata.
Íñiguez y Gesalí, que hace dos décadas que trabajan juntos en la investigación sobre la Guerra Civil, han consultado tanto los archivos locales y militares españoles como los de la aviación italiana, donde hay información exhaustiva sobre los bombardeos en nuestra costa: «Los mismos archivistas italianos nos explican que tienen más material correspondiente a la Guerra Civil española que a la Segunda Guerra Mundial. Eso es una muestra de la voluntad de los italianos de tener un relato de todo lo que hacían, los ataques cometidos, el funcionamiento de las bombas, la eficacia de los aviones... Era un registro de preparación del siguiente conflicto».
Íñiguez señala que atacar el Port de Tarragona era fundamental y, a adelantado el año 38, ya estaba absolutamente colapsado. «Así y todo, la aviación alemana ataca Tarragona el 4 de enero del 39 y los días previos a la caída de la ciudad. ¿Por qué? Porque les interesa experimentar con las bombas y materiales, y de hecho hacen lo mismo con Barcelona. Por lo tanto, nos damos cuenta de que todavía quedan matices y cosas para explicar sobre cada uno de los ataques aéreos en una ciudad en que fue un campo de batalla en que un bando tuvo pocos medios para defenderse y el otro muchos para atacar», concluye.