Cala Romana sigue sufriendo los efectos del cambio de cañerías

El proyecto de sustitución de las cañerías de agua, de fibrocemento, a Cala Romana, por|para unas nuevas, está llegando a su finalización, pero no es así para los vecinos de la urbanización, que siguen sufriendo de afectaciones derivadas de la ejecución de las obras. La supresión temporal de contenedores de la basura|maleza que todavía no han sido devueltos al lugar original, la presencia de restos de obra en la calzada en algunas calles y cables de la conducción eléctrica descolgados son algunos de los motivos que generan quejas entre el vecindario.

Cristina Moragues, presidenta de la comunidad Habiclub y miembro de la asociación de vecinos de la urbanización, manifestó ayer domingo en esta redacción que las obras en la calle Tramuntana, donde reside, «empezaron el septiembre pasado, hace dos meses que no trabaja nadie pero todavía no han puesto en su lugar los contenedores de la basura, aunque lo he reclamado en más de una ocasión, no han pasado a limpiar la calle». Desde el Ayuntamiento «nos dijeron que, a causa de las obras, no podía pasar el camión», apuntó a Moragues, quien recordó que «el 28 de diciembre dijo que volvería a poner los contenedores cuando acabaran las obras, lo cual nueva pasar».

El jueves de la semana pasada, Moragues remitió un nuevo escrito al Ayuntamiento para «reclamar, por enèsima vez, la limpieza de la calle Tramuntana entre los números 28 y 45, ya que hace cinco meses que no pasa ningún vehículo para hacer la limpieza de los viernes». Al día siguiente recibió la respuesta, en la cual se puede leer: «Esta mañana he hablado con los operarios de limpieza y me confirman que tienen órdenes de no limpiar». En la respuesta se añade que «se han hecho las gestiones para que Ematsa comunique al departamento de Limpieza que las obras de la zona de Cala Romana ya han finalizado y que se pueda restituir la normalización del servicio». Moragues comentó que «todavía hay ramas de árboles rotas por la tormenta Gloria que siguen en la calle, así como restos de obra en la calzada». Además, los contenedores más próximos a las viviendas de la zona alta de la calle Tramuntana «los han girado, se tiene que depositar la basura desde la zona de circulación de vehículos y no desde la acera como antes, lo cual supone un peligro porque están ubicados en una curva». Moragues recordó también que «hay aceras que no están acabadas, son estrechas y la presencia de elementos en las mismas dificulta el desplazamiento de las personas».

Vehículos de Bosques

Por otra parte, Moragues, en su calidad de vecina y de miembro de la asociación de vecinos, indicó que otra cuestión que preocupa los residentes del entorno de la calle Tramuntana es que personas que habitan a la urbanización Boscos «utilizan esta calle en sus desplazamientos, originan colapsos porque es de doble sentido y te encuentras muchos coches de cara». Los vecinos de Cala Romana «pedimos que el camino de Boscos sea de sentido único, descendiente, para facilitar la circulación de los vehículos».