Seguridad
El Plaseqta prevé el confinamiento de la población ante los primeros indicios de accidente grave en la petroquímica
El conseller Buch subraya que el nuevo plan «empodera» el territorio y «simplifica» la toma de decisiones
Se simplifican los criterios de ordenación del confinamiento
El Plaseqta simplifica los escenarios previstos a la hora de tomar la decisión de activar las sirenas y el consiguiente confinamiento de la población. Hasta ahora, el Plaseqcat exigía evidencias contrastadas y en buena parte condicionadas a la información transmitida por la empresa afectada, pero ahora la decisión se tomará situándose en un escenario «de máximos», en el peor posible, según ha detallado Buch. Si el accidente del 14 de enero en IQOXE se produjera ahora, se activarían las sirenas y la orden de confinamiento.
Así, a partir de ahora cuando haya «una evidencia mínima contrastada» de afectaciones graves -ya sea a través de las notificaciones que tiene que hacer la empresa, la información de los ayuntamientos o de los ciudadanos que reporten molestias- se ordenará el confinamiento general. A pesar de todo, el subdirector general de Programas en Protecció Civil, Sergio Delgado, ha insistido en que la estrategia no es la de activar sirenas cada vez que haya un incidente, sino que hay que objetivar el riesgo. Delgado ha apuntado que el plan quiere acabar «con la incertidumbre inicial» detectada el 14 de enero y en otros incidentes anteriores.
El documento prevé que la activación de la fase de emergencia -la más grave- implicará siempre el confinamiento de la zona afectada y el sonido de las sirenas. No es así en el caso de las otras dos fases previstas para incidentes y accidentes menos graves, la prealerta y la alerta. En este punto jugará un papel clave la red de sensores químicos que se implementará para poder determinar cuándo hay riesgo para la población delante de una posible nube tóxica.
En paralelo, Buch ha vuelto a recordar que es el Estado quien tiene que hacer la transposición de la directiva europea para implementar el sistema Cell Broadcasting, que permite avisar la población de una determinada zona de situaciones de emergencia mediante mensajes SMS. La voluntad del ejecutivo es implementar este sistema con la mayor celeridad posible.
El papel de los ayuntamientos
El conseller Buch ha afianzado el compromiso de atender el debate territorial sobre esta cuestión y que los entes locales también puedan expresar su opinión. En este sentido, ha recordado que, aunque «no es recomendable», los ayuntamientos tienen la potestad de activar las sirenas «si creen que tienen que ir más allá».
De hecho, el nuevo plan detalla que, en caso de activación del Plaseqta los ayuntamientos de los municipios afectados tendrán que activar su plan de emergencia municipal. También tendrán que evaluar si se requiere o no el confinamiento general en su municipio -mediante la activación de sirenas- y reportarlo en los órganos de gestión del plan. Además, los consistorios tendrán la obligación de transmitir la información relativa a las medidas que se puedan tomar a los elementos críticos como escuelas y jardines de infancia, centros cívicos o residencias.
Gestión desde el territorio
El nuevo plan sitúa el edificio del 112 de Reus como el punto neurálgico de la toma de decisiones. La dirección del Plaseqta corresponde al delegado del Govern en Tarragona, por delegación del conseller. Dentro de las nuevas estructuras de decisión y gestión se crea un Comité Técnico, presidido por el director de los servicios territoriales de Interior, que se constituye siempre que se activa el plan, con un carácter operativo.
En paralelo, está el Consejo Asesor, un órgano directivo de coordinación presidido por el delegado del Govern y formado por representantes de los departamentos que pueden verse implicados en la gestión (Interior, Salut, Empresa i Ocupació, Territori i Sostenibilitat, Educació), y de los ayuntamientos afectados. El Consejo Asesor se reunirá siempre que se active la fase de emergencia y potestativamente en caso de activación en fase de alerta.
Por otro lado, el plan también reserva un papel a las empresas químicas, especialmente en emergencias importantes o de larga duración, dando apoyo al comité técnico, así como también en la información proactiva de los incidentes menores o accidentes que no tengan lugar en sus instalaciones pero de los que tengan conocimiento.
Revisión al cabo de seis meses
El Plaseqta tendrá un proceso de implantación con la población y los ayuntamientos del territorio de seis meses. Una vez pasada este periodo se prevé hacer una actualización del plan que recoja las posibles mejoras que se identifiquen en el proceso de participación en la implantación.
Además, el Govern prevé una inversión de casi 7 MEUR para la implantación del plan durante los próximos cuatro años. Eso incluye la incorporación de técnicos especialistas, la financiación de los sensores de productos tóxicos en el aire, y herramientas y equipamientos NRBQ (Defensa Nuclear, Radiológica, Biológica y Química) para los efectivos de intervención en la zona del accidente. Además, también se prevé impulsar campañas de sensibilización y comunicación, especialmente en las escuelas.