Las alternativas al colector de residuos del río Gaià cobran fuerza

Los cerca de un centenar de propietarios de fincas afectados por el traslado de un colector de aguas residuales en la Riera de Gaià emitirán esta semana sus alegaciones al proyecto. En una reunión celebrada el pasado jueves entre el Ayuntamiento, la Agencia Catalana del Agua (ACA) y la comunidad de regantes, «se calmaron los ánimos» según indica el presidente de los regantes, Joan Carles Gual, dado que la idea expuesta «no hace tanto destrozo» como algunos se pensaban. Eso y el diálogo finalmente establecido entre las partes –esta era una de las quejas principales expuestas– hace que confíen en que el desenlace sea positivo.

Y es que el pasado mes de febrero el ACA hizo público un proyecto constructivo del nuevo colector de la Riera de Gaià del sistema de saneamiento de Altafulla y saneamiento del sector nordeste del Catllar, pero los propietarios de las fincas afectadas se enteraron por el diario. El gobierno municipal recogió entonces las quejas de estos y trasladó las inquietudes a la Generalitat. De la «indignación» inicial ahora se ha pasado a la «calma» dado que Francesc Benet, responsable de la demarcación territorial de Tarragona del ACA, los dio la razón en algunas de las apreciaciones que los hicieron sobre el proyecto. Joan Carles Gual asegura que «la primera opción» es «conservar el trazado actual y arreglarlo». A causa de una denuncia de Agentes Rurales, la Generalitat está obligada a hacer cumplir la normativa europea en la preservación del entorno natural del río Gaià, por lo cual el colector tiene muchos números de cambiar de recorrido. Ahora, el motivo de negociación, pues, se encuentra en que la afectación sea la mínima posible para las huertas.

Según apunta el presidente de los regantes, el ACA los trasladó que estudiarían propuestas alternativas, como aprovechar el camino municipal. En aquellas fincas por donde haya que pasar, además, tratarán de «no atravesarlas ni romperlas por la mitad, sino que pasen por los límites». Igualmente, con la presencia del redactor del proyecto, quedó claro que las excavaciones necesarias en algunos tramos serían de «uno metro o un metro y medio y no de cuatro o cinco metros como nos pensábamos». De esta manera, el «destrozo» a los cultivos será considerablemente inferior.

Agravio comparativo

El hecho de que, por vía judicial, la Generalitat esté obligada a preservar el entorno natural del cauce del río al sur de la Torre de Guiu (el Catllar) y no en el norte (en conexión con la urbanización La Cativera) supone para los propietarios de las fincas de la Riera de Gaià un agravio comparativo. «Si no se toca aquello, por qué se tiene que tocar eso, o se saca todo o no se saca nada», lamenta a Joan Carles Gual. Este es uno de los argumentos planteados a la reunión entre Francesc Benet, la directora de los Servicios Territoriales de Territorio y Sostenibilidad en Tarragona, Trinitat Castro, y el alcalde Jaume Casas.

El concejal de Medio Ambiente, Joan Casas, aseguró que el Ayuntamiento irá «hasta donde haga falta» a fin de que la afectación en los huertos sea la mínima posible. En este sentido, esta próxima semana –el plazo se acaba el 13 de marzo– tienen previsto presentar unas alegaciones de manera conjunta con la comunidad de regantes para modificar el proyecto. «De esta manera, el proyecto se detiene», destaca Casas, que espera que mientras la Generalitat no responda a las alegaciones haya tiempo para seguir negociando. También algunos de los propietarios presentarán alegaciones por su cuenta a título individual. «Si ven que hay cien propietarios en contra, se lo pensarán», destaca a Joan Carles Gual, que prevé también reunirse con el director del ACA en Barcelona pronto.