«Profesionalmente, sólo puedo estar agradecida en Inglaterra»

—Cuánto de tiempo hace que vive en Guildford?

—Desde septiembre del 2001.

—Qué motivos la llevaron a marcharse a vivir en el extranjero?

—Tenía 23 años y ganas de viajar, conocer mundo y mejorar mi inglés. Ya había hecho un Erasmus en Escocia y la experiencia había sido magnífica. Decidí marcharme porun año...

—Cuál fue su primera impresión del país?

—Fue la de un país frío, sólo era septiembre y recuerdo mi abrigo verde. Justo fue el 11 de septiembre. También recuerdo la angustia del momento, el miedo de coger el teléfono al trabajo y no darme cuenta de lo que me decían. Pero al mismo tiempo, y desde el primer momento, tuve la impresión de estar ante una buenísima oportunidad y tenía que aprovecharla y ser valiente.

—Por qué decidió quedarse?

—Los primeros miedos pasaron deprisa, pronto tenía un montón de amigos en la misma situación. Poraquellos tiempos, en Inglaterra había mucha falta de profesionales de la salud: farmacéuticos, médicos, enfermeros... Los farmacéuticos hicimos mucha piña y nos veíamos mucho. Conocí a quien después se convertiría en mi marido y padre de mis hijos, y otro farmacéutico que venía de Madrid con las mismas ambiciones que yo. El trabajo me gustaba, estaba muy bien remunerada, me dieron responsabilidades enseguida, tenía muchos amigos. Más que decidir quedarme, no vi el motivo o momento para volver.

—Cuáles son las principales diferencias entre Inglaterra y su casa?

—Inglaterra, como todos sabemos, es un país muy diferente. Los horarios es un ejemplo. Los dos llegamos en casa antes de las 6 de la tarde y cenamos todos juntos hacia las 6.30. Los niños se van a la cama en las 8.30. Al mediodía, prácticamente no paras, haces uno lunch de media hora cabe a las 12 horas, uno sandwich y poco más. La comida fuerte es por la noche. Aunque siempre se ha dicho que la cocina británica deja mucho que desear, tengo que decir que mis hijos y sus amigos comen más fruta y verduras que la que nadie pudría paso imaginar. Elsunday roast es un clásico, es la típica comida de los domingos. Ir a comerlo a un buen pub un domingo después de un gran paseo porla campinya, no tiene precio.

—¿­Como vive a la gente de la zona?

—En nuestra zona la gente vive en casas, más que pisos. Todas con jardín, por pequeñas que sean. ¿Al principio, decíamos que con tanta lluvia y cielos grises, por los que quieren jardín? ¿No sería mejor tener más espacio interior? Pues bien, ahora no cambiaría mi pequeño jardín por nada del mundo y creo que me costaría mucho volver a vivir en un piso. Es muy agradable y muy relajante, cocinar de cara al jardín y ver a los niños jugar. Los ingleses pasan mucho tiempo fuera de casa, siempre dicen que es cuestión de llevarla ropa adecuada, el tiempo no impide una buena excursión.

—Cuáles son los lugares más característicos de Guildford?

—La campinya inglesa y sus pueblos. Donde nosotros vivimos se han rodado películas cómo El Diario de Bridget Jones .

—Qué destacaría de la manera de trabajar del país?

—Laboral y profesionalmente no puedo más que estar agradecida a las oportunidades que he tenido desde que llegué a Inglaterra. Desde haber disfrutado de un año sabático viajando por Sudamérica y Centroamérica. Todavía recuerdo el día que le di mi carta de dimisión al mío ningún porqué quería marcharse a viajar y me dijo que no, que por qué no me cogía un año sabático y que encontraría mi farmacia esperándome al cabo de un año. En aquellos tiempos yo era la manager de una de las farmacias de la cadena Boots. Y así fue, cubrieron mi farmacia con otra farmacéutica y, a la vuelta de mis aventuras, la farmacia volvió a ser mía. Hasta la posibilidad de hacerme autónoma cuando tuve mi primer hijo, cosa que me permitió trabajar en diferentes farmacias por horas, cuando yo quería. Los sueldos son más altos y nos lo podíamos permitir. Puedo decir que he disfrutado de 10 años de maternidad manteniendo un pie dentro de mi profesión. Y lo mejor de todo ha sido este 2020, con 42 años. He dejado de trabajar en la oficina de farmacia para experimentar la farmacia hospitalaria, sin la necesidad de tener más título que mi licenciatura.

—Cómo se está viviendo la salida del Reino Unido de la UE?

—Nosotros vivimos en la capital de Surrey. Es, quizás, una de las zonas más prosperas de Inglaterra. Con los años que llevamos aquí, nos sentimos plenamente integrados, queridos, respetados y valorados. De momento, no nos afecta mucho. Cuandoel referéndum tuvo lugar, hace casi 4 años, entonces sí que tuvimos muchas dudas y nos sentimos más inseguros. Pero con los amigos que tenemos y los años que han pasado, no hemos vivido ningún momento difícil ni desagradable.

—Desde que llegó ha vivido o le ha pasado algo curioso de que no se hubiera imaginado nunca?

—Justo llegar, salir a hacer unas cervezas a las 10 horas de la noche y tener que volvernos a las 11 porque tocaban la campana y el pub cerraba. Y haber salido de marcha con amigas inglesas al mes de enero, yo con jersey de cuelloalto y ellas muertas de reír con sus tops y sandalias.

—Qué es lo que más echa de menos de casa?

—La familia, es el primero y más significante. Te encuentras lejos por mucho que hables por teléfono a menudo. Una relación convencional abuelos-nietos, me encantaría. Aun así tenemos la suerte de que nos visitan mucho y cuando venden lo aprovechamos. También, un poco más de solo y la playa, y los aperitivos en la placa del Foro.

-¿Tieneintención de volver pronto?

—No, de momento no. Me siento una privilegiada, disfruto de lo mejor de cada casa, la de Tarragona y la de Guildford.