Confinamiento con los pequeños de la casa
El reto de muchos padres y madres estos días es buscar mil y una maneras de distraerse y la mejor forma de explicar a sus hijos qué es el coronavirus
Vivimos días complicados de confinamiento. Muchas familias pasan horas y horas encerradas en casa, saliendo a la calle por cosas puntuales y, poco a poco, esta falta de libertad –legítima para la salud de todo el mundo– se hará más insoportable, sobre todo para los pequeños de la casa. Es por este motivo que las familias, más creativas que nunca, buscan la manera de matar el aburrimiento, hasta hacer cosas que nunca habrían imaginado hacer dentro de casa. Pero ahora es lo que toca.
Núria Ibern vive en la Riera de Gaià con su pareja, José Parejo, y su hija, Marta, de 8 años. Ibern explica que llevan en casa desde el pasado viernes y asegura que, ciertamente, el confinamiento se hace complicado. «Nunca habíamos salido tanto al balcón», reconoce Ibern, donde dice que han colocado la mesa y las sillas y, si el tiempo lo permite, «comemos fuera». No obstante, la rierenca lamenta que no es tanto esta sensación de falta de aire lo que hace difícil el confinamiento, sino «el hecho de no poder ver y encontrarse con la gente que quieres». Por suerte, los abuelos de Marta dominan las nuevas tecnologías y «hacemos videollamadas para vernos un rato», explica Ibern.
De entre las cosas que Ibern nunca se habría imaginado hacer en casa con Marta, destaca que el martes «dimos clases de zumba en directo». «Cocinar no me gusta mucho, para mí sería el último recurso» reconoce, «pero estos días sale de Marta hacer coque, galletas, etc., dice Ibern, que añade que también aprovechan estos días para arreglar cosas de casa como «pintar una pared con humedades y coser una parte del sofá».
Lo que también puede suponer un reto para los padres es explicar que es el coronavirus a sus hijos. Ibern dice que Marta vio un reportaje del InfoK, de TV3, donde lo explicaban muy bien. De todos modos Marta es una niña de 8 años pero muy madura y nosotros le explicamos a vuelapluma. Lo ha asimilado bastante bien, de hecho es la que mejor lo lleva de los tres», asegura Ibern.
Quien también lo ha tenido que explicar a su hija es Joan Casas. En Abril tiene 6 años y Casas dice que ya «le explicaron a la escuela y ya vino a casa bastante concienciada sobre el tema». Casas y su pareja, Clàudia Antolín, han querido reforzar la explicación escolar de una manera suave, teniendo en cuenta que tiene 6 años, diciéndole a la pequeña que «se trata de un virus, que hace que la gente esté malaltona y que ahora mismo hay mucha en esta situación, y que lo mejor que podemos hacer es quedarnos en casa porque así no nos contagiamos los unos a los otros». Casas remarca también que le dijeron a Abril que «si somos muy limpios y nos lavamos muy a menudo las manos seguro que no nos pondremos enfermos».
Con respecto al confinamiento, la familia vive en una casa con un patio grande, también en la Riera de Gaià, y eso les permite hacer muchas actividades en el exterior y no tener la sensación de agobio al estar todo el rato entre cuatro paredes. «Si el tiempo nos lo permite, salimos al patio a merendar, a jugar o a cuidar el jardín», asegura Casas. En cambio, en días de mal tiempo dice que se quedan dentro de casa y buscan todo tipo de distracciones, «como mirar pelis, hacer manualidades, cocinar, leer cuentos, etc»
Por su parte, Jéssica Conde, que vive en Sant Pere i Sant Pau, también busca maneras de distraerse con sus hijas, Claudia y Rocío, de 6 y 12 años. Conde explica que las dos aprovechan la mañana para hacer deberes y por la tarde juegan a juegos de mesa, un rato con el móvil o ven películas. Conde destaca que el martes pasaron la tarde mirando fotos de cuando las dos niñas eran bien pequeñas, cosa que no hacen habitualmente, y aprovechamos para ordenarlas».
A Rocío ya le habían explicado que es el coronavirus en el instituto, pero a Claudia le han enseñado el vídeo que corre por las redes, en que un niño toca con el dedo enjabonado un plato lleno de bacterias y estas se apartan. Sin duda, la mejor manera de enseñar la importancia de la higiene.