La esperanza que 'Todo irá bien'

Séptimo día de confinamiento. Una de las actividades por excelencia de estos días en familias con niños ha sido la de dibujar un arco iris en una pancarta y colgarla en el balcón. Se trata de una iniciativa que empezó hace unos días en Italia, cuando se decretó el Estado de Alarma, y que poco a poco se ha ido extendiendo por diferentes ciudades hasta llegar a Tarragona. Los colores suelen ir acompañados de lemas como Todo irá bien o Yo me quedo en casa . Al final el objetivo es dar esperanza a los más pequeños en días en que, muchos de ellos, probablemente todavía no entienden por qué no pueden bajar a jugar al parque.

Uno de los lugares donde esta iniciativa ha cogido más fuerza está en la calle 10 del barrio de Bonavista. Una de las impulsoras, Noemí López, explica que los arco iris en los balcones «ayudan a otros niños a soportar el confinamiento». López tiene tres hijos: Emma de 15 años, y dos gemelos|mellizos de 8, Ivan y el Ivet (foto de la portada). Según explica su madre, Emma, que ayer celebró el aniversario desde el balcón con todos sus vecinos, decidió colgar varios globos en el mismo balcón «para que se vea un poco de color en las calles, que están muy grises.» Además, también suelen poner un poco de música cada día, y los pequeños de la calle se divierten. «Es una manera de desconectarlos de la tele, de las noticias y de las desgracias. Al final es maquillar un poco la realidad», reconoce López. La madre explica también que Emma está un poco mustia para tener que celebrar los suyos 15 años en estas condiciones, y dice que nunca se le olvidará este aniversario. Con los pequeños cada día hacen diferentes actividades, como por ejemplo jugar con plastilina. López asegura además que las pequeñas fiestas que montan diariamente ayudan en que eso se les haga más «ameno».

La vecina de delante y prima de López es Maria García. También tiene tres hijas: Rocío de 4, Mireia de 12 y Míriam de 22 años. García explica que al principio a Mireia le costó más el hecho de no poder salir y que la pequeña, Rocío, lo asimiló rápidamente. Al ver la iniciativa en el grupo de whatsapp de madres de la escuela, la madre y Rocío se decidieron a dibujar también un arco iris. «Primero juntamos varios folios y dibujamos a uno, pero la lluvia estropeó los papeles. Después dibujamos uno en una tela y este sí que ha aguantado», explica García, que añade que este mensaje «los ayuda a pensar que no pasa nada y que todo volverá a la normalidad». Según la madre de Bonavista, es importante saberles convencer, y cuándo son pequeños se les tiene que explicar como si fuera un cuento. «Yo le dije a Rocío que hay un bicho y que si ponemos el arco iris en el balcón este se marchará». García también destaca que es positivo poner música y que los pequeños salgan al balcón a jugar y a ver, aunque sea a distancia, a sus compañeros de clase y amigos.

Vanesa Ambrona también es vecina de la calle 10 de Bonavista y tiene 3 hijos: Ismael, de 12 años, y dos gemelos, Adán y el Harou, de 5. La madre asegura que los tres tienen muchas ganas de salir cada día en el balcón, después de una semana ya sin poder salir. Hace unos días se decidieron también a dibujar el arco iris en una pancarta, a la cual añadieron sus manos y dibujaron también dos corso.

Ambrona asegura poco a poco van entendiendo de qué trata eso del coronavirus. Además, reconoce que desde el primer día salen al balcón a las 20 horas a aplaudir al personal sanitario y que incluso los primeros días se preguntaban por qué salía poca gente.