«Hemos hecho una piña»
Monitores y usuarios de la Asociación El Puente de Tarragona se confinan durante el estado de alarma
«Hemos hecho una piña y estamos consiguiendo que ningún usuario se haya contagiado», expresa Carolina Fernández, gerente técnica del servicio. Por ahora, los usuarios lo llevan lo bastante bien y sólo uno de ellos ha necesitado salir a la calle. Se han adaptado las actividades diarias y se les ofrece apoyo psicológico.
Ante la crisis sanitaria establecieron que los profesionales pasarían todo el día con ellos en los hogares y que sólo saldrían para ir a dormir a otro piso de la asociación. Así, si no van a los respectivos domicilios, consiguen reducir el riesgo de contagio. »Ha ayudado mucho habernos confinado con ellos porque así ven que todos nos lo tomamos seriamente. Es muy bonito, ahora somos como una gran familia y nos damos apoyo», subraya Fernández.
La ayuda psicológica es constante a través de las mediaciones y tutorías. Para minimizar la angustia, han optado por reducir el consumo de noticias y han estructurado las rutinas diarias, ya que uno de los aspectos que más les cuesta gestionar es la temporalidad. Y es que la incertidumbre del tiempo que durará el confinamiento, los inquieta. En este sentido, la responsable del centro sostiene que, si la situación actual no se alarga más de un mes y medio o dos, no habrá consecuencias emocionales graves. Sin embargo, si se alarga, no descartan que algún usuario pueda sufrir algún brote.
Tienen herramientas para solucionar esta problemática, como la opción de salir a la calle durante un rato para «coger aire», tal como ya han hecho con un usuario que lo necesitaba. También los ayuda el hecho de que los pisos disponen de una terraza y un jardín pequeño. «Las personas con discapacidad nos dan una lección porque lo absorben todo muy rápido y tienen una capacidad de aprendizaje y de supervivencia que supera la nuestra», valora Fernández.
El lunes, parte de la plantilla hará el cambio de turno y pondrán en marcha una nueva ronda de confinamiento. Mientras tanto, el gerente de la entidad se ocupa de garantizar el aprovisionamiento de alimentos. Este responsable se encarga de hacer la compra y de depositarla en las oficinas, donde se mantiene dos días en cuarentena y se implementan medidas de prevención. «Estamos muy sanos y, a medida que van pasando los días, vemos que estamos consiguiendo el objetivo: que ningún chico se haya contagiado», resalta Fernández.