Estado de alarma
«El nacimiento de nuestro hijo ha dado un aliento de positividad a mucha gente»
Marina e Isaías acaban de ser padres del Adrià que va nèixer en el Hospital de Santa Tecla
La cuarentena provocada por la emergencia sanitaria actual no ha podido robar ni una chispa de felicidad a Marina Ferre y a Isaías Mena que recibieron en el suyo primer hijo, Adrià, el pasado jueves en las 22.04, después de 24 horas del inicio del parto.
Lo hicieron al Hospital de Santa Tecla donde lejos de encontrar un ambiente afectado por la situación, se encontraron con tranquilidad y todo el apoyo de los profesionales, como es habitual. «Los días previos estábamos un poco asustados con toda esta situación pero nuestra sorpresa ha sido que el hospital está tranquilo y, en especial, la planta de maternidad».
Aun así, la joven par destaca que sí que se nota al ambiente, especialmente en las medidas de prevención. «Todos los profesionales llevan mascarillas y por todas partes ves recordatorios para limpiarte las manos o toser en el codo», dicen. Isaías cree que los profesionales viven «una calma tensa» como le dijeron unos sanitarios cuándo hablaba con ellos, es decir, «hay cierta normalidad pero se mantienen en alerta por si de sopetón pudiera haber un alud de pacientes. Un recuerdo que mantendrá la pareja como anécdota son las conversaciones de enfermeras y profesionales sobre la situación, «pensamos que tienen todas las respuestas, pero son humanos como nosotros y tienen los mismos debates que el resto de población», explica. Entre las particularidades que están viviendo, la más dolorosa es la imposibilidad de que los familiares puedan visitarlos en el hospital, «sí que es cierto que tenemos mucha tranquilidad porque no tenemos visitas pero no compartir el momento más feliz de tu vida con los abuelos y familia es la parte más triste de todo eso», afirman.
Sin embargo, las nuevas tecnologías han hecho posible que la familia de esta pareja pueda conocer a Adrià por videollamadas. «Nos lo piden mucho, lo quieren ver aunque intentan respetar nuestra intimidad» explica Isaías. La pareja recuerda cómo la abuela quería ir a ver al bebé en la puerta de casa y que le mostraran por un cristal, «eso me rompió el corazón, y le tuve que decir que no era posible». La parte positiva es que «el nacimiento de nuestro hijo ha dado un aliento de positividad a mucha gente, nos dicen que, entre tanta noticia negativa, este nacimiento los puerta esperanza», explican. Tampoco han podido recibir flores o regalos en la habitación y en algunos detalles se han tenido que adaptar a la situación con aspectos como hacer el listado de nacimiento de manera on-line. La pareja también ha querido destacar la tarea que realizan los profesionales sanitarios y que ahora, socialmente se reconoce de manera más notoria, «Comadronas, enfermeras, doctores, todo el equipo ha sido de diez, estamos muy agradecidos», concluyen.