Cruz Roja Tarragona amplía y modifica el sistema de reparto de alimentos a domicilio por el coronavirus
Los miembros de la entidad no entran en los hogares para evitar contagios
Cambios en la operativa
Una vez llegan al destino, pasan la comida de las cajas que llevan, a bolsas de plástico o un carro de la compra que les facilita el usuario. Lo hacen desde el rellano del inmueble, y es el beneficiario quien lo recoge desde la entrada con el fin de evitar el contacto directo. Además, van equipados con mascarilla y guantes. «Antes entrábamos en el domicilio, se los tomábamos la presión, estábamos un rato con ellos para comprobar que estuvieran bien... ahora nos tenemos que quedar fuera», comenta con resignación Marta Flores, una de las técnicas de Cruz Roja que participa en el reparto.
Todo impide un trato más personalizado, especialmente en el caso de las personas mayores. Muchos viven solamente y poder tener una visita es un aspecto que valoran. Incluso sin el contacto directo, el agradecimiento hacia el personal de la organización es grande. «Cada día a las ocho salgo al balcón a aplaudir, pero sobre todo aplaudo por los de la Cruz Roja», comenta una de las beneficiarias mientras recibe los alimentos.
Los productos que se entregan principalmente son alimentos de larga duración. También se intenta incluir fruta y verdura, pero no siempre hay disponibilidad de producto fresco. Todo supone el grueso de la despensa para un mes y medio. El lote se complementa con productos de higiene personal y del hogar.