Xavier Guardià: «La salvación de la temporada turística pasa por el mercado de proximidad»

Estos días de Semana Santa tenían que ser los de inicio de la temporada turística en la Costa Daurada y las Terres de l'Ebre. El Estado de Alarma no lo permitirá sin embargo, a pesar de la incertidumbre de como evolucionará la pandemia del coronavirus y como afectará realmente en el sector, desde la Federación Empresarial de Hostelería y Turismo de la provincia de Tarragona (FEHT) defienden que la salvación pasa por el «mercado de proximidad».

Su portavoz, Xavier Guardià, se refiere con estas palabras al turismo familiar, tanto del Estado español como de países europeos que venden a la Costa Daurada y a las Terres de l'Ebre en coche. «Es presumible que este tipo de cliente sea el más fácil de recuperar cuando todo vuelva a la normalidad, ya que no depende de turoperadores o de transporte aéreo», asegura a Guardià. Sin embargo, añade que «dependerá de cuándo podamos abrir nosotros y de cuándo los dejen a ellos salir de su país».

El portavoz de la FEHT celebra que este tipo de turista es muy fiel a la demarcación de Tarragona y, además, se muestra optimista pensante que «la temporada se puede desplazar hacia finales de año, en septiembre, octubre y noviembre, que aquí todavía hace, un tiempo medianamente bueno».

Guardià apunta que cada temporada hay unas 22 millones de pernoctaciones en la Costa Daurada y en el Ebre. De estas, el 50% son en hoteles, un 40% en campings y un 20% en apartamentos turísticos. «Las afectaciones serán las mismas para los tres tipos de empresas, ya que los últimos años, el turístico, es un mercado que se ha homogeneizado mucho», explica Guardián, que añade que esta situación de inactividad afectará «a 24.000 puestos de trabajo dentro de las empresas de la FEHT, que engloba el 90% del total del sector turístico».

Guardià considera que los países extranjeros de este mercado más bien familiar son Holanda, Alemania y Francia, «que son los más fieles y los que será más fácil recuperar». En cambio, explica el portavoz de la patronal, «el turista británico y ruso, que es un perfil que está mucho más acostumbrado a organizar el viaje con antelación mediante turoperadores y que además viene los meses de abril, mayo y junio, será más complicado de recuperar esta temporada».