«Sólo ver la cara de alegría de los niños cuando reciben la mona ya vale la pena»

El chocolate de la mona es una tradición que los niños esperan con ilusión cuando se acerca la Semana Santa. Simboliza que la abstinencia de la Cuaresma se ha acabado y volvemos a disfrutar de los dulces. La situación actual está obligando a que los más pequeños permanezcan confinados en casa sin posibilidad de disfrutar del buen tiempo ni de las que, en otro momento, serían unas anheladas vacaciones. Sin embargo, no hay impedimento para poder disfrutar de la sorpresa de recibir este dulce de parte de padrinos y padrinos.

Hacer llegar la mona a los niños es uno de los objetivos de Miquel Arrufat, propietario de la Pastelería Panadería 2000. Él y su equipo han tenido que adaptar su negocio a la nueva situación en pocos días. «Veíamos que este año no podríamos vender estos pasteles tan tradicionales a nuestros clientes y decidimos dar un giro y apostar por hacerlo de manera on-line», explica.

«Fue el martes que lo pusimos en marcha y estamos teniendo una muy buena acogida», y añade que durante estos días se ha dado cuenta que «determinados productos, la gente, está dispuesta a comprarles en línea pero prefiere comercios que conocen, que son de proximidad, porque les inspiran más confianza».

Los niños cuando reciben la mona en casa de parte de su padrino o madrina tienen una gran sorpresa, «sólo de ver la cara de alegría de los más pequeños cuando reciben la mona ya vale la pena todo el esfuerzo», explica. Y considera que es una satisfacción ver cómo muchos de sus clientes valoran que puedan llevar esta mona a sus ahijados en estos momentos. Las preferencias de los niños no cambian y no se olvidan de Pepa Pig, los unicornios, los mandos de la play y las tradicionales figuras de fútbol o de huevos de chocolate.

En realidad, poner al marcharse este nuevo sistema de ventas en tan poco tiempo no ha resultado fácil por la Pastelería Panadería 2000 que ha tenido que adaptarse de un día para el otro. «La principal dificultad es la distribución, la hacemos nosotros mismos y no lo hemos repercutido en el precio que se mantienen igual que el año pasado», explica desde su vehículo de reparto.

Un nuevo modelo de negocio

A pesar del esfuerzo reconoce que sus ventas se verán afectadas en esta extraña situación pero mira con esperanza el futuro. La tienda en línea que acaban de inaugurar se mantendrá cuando acabe esta situación y seguiremos vendiendo de manera en línea. Frunce cree que esta situación transformará muchos negocios, entre estos el suyo que seguirá ofreciendo los productos de manera on-line. «La gente que quiera puede ya adquirir pasteles u otros productos con nuestra plataforma on-line, incluso regalar un desayuno si quiere sorprender a alguien por ejemplo para su aniversario».

Todos los pedidos se pueden hacer a a través de su web https://bakeronline.es/es-ca/fleca2000-entrega o consultando sus redes sociales.