La construcción y la industria vuelven a la actividad bajo la mirada de sindicatos

Después de que el gobierno de Pedro Sánchez levantara el confinamiento total el pasado jueves, millones de trabajadores por todo el Estado del sector de la construcción y de la industria volvieron ayer al trabajo, en las comunidades autónomas en que no era festivo, mientras que hoy lo han hecho los de aquellas regiones que sí que lo era. Es el caso de Cataluña y, por lo tanto, de Tarragona, donde centenares de trabajadores dejarán de cobrar el permiso retribuido recuperable para reanudar la actividad como antes de esta medida más restrictiva en que sólo podían trabajar los servicios esenciales. No obstante, las empresas tendrán que garantizar unas medidas de seguridad entre los trabajadores para evitar la propagación del coronavirus, las cuales estarán atentamente supervisadas por los sindicatos.

Con respecto a la construcción, el presidente del Gremio de Constructores del Tarragonès, Joan Romeu, defiende que tiene que haber un equilibrio entre la salud de los trabajadores y la reactivación de la economía. «Creo que lo que no tenemos que hacer es hacer sufrir más la economía», sostiene Romeo, que apunta que «cualquier medida para evitar que vaya a peor es buena». En este sentido, el presidente de la patronal asegura que las empresas constructoras de la comarca están «preparadas» para garantizar la seguridad. «Tienen jabones, guantes, mascarillas, etc., y si hay que no lo tienen y no pueden seguir estas normas de prevención pues no tienen que trabajar, manifiesta Romeo, que apela tanto a la responsabilidad de los trabajadores como de los empresarios.

Con relación al hecho de devolver a la actividad, Romeo asegura que el ritmo no será el normal. «Sólo con que podamos reanudar la actividad a un 30 o un 40% del total ya podríamos mantener el contrato de al menos una gran parte de los trabajadores», defiende al presidente del gremio de constructores, que celebra que «es bueno que arranquemos, aunque no sea a toda velocidad».

Aunque la construcción no era una de las actividades que tenían que parar su funcionamiento durante la primera fase del Estado de Alarma, el Ayuntamiento de Tarragona decidió suspender todas las obras municipales en marcha y prohibió a las empresas adjudicatarias hacer un Expediente de regulación temporal de Empleo (ERTE). De esta manera, se pararon los trabajos de reparación del muro perimetral del Anfiteatro romano, las obras del edificio que el Servicio Municipal de Viviendas de Tarragona estaba construyendo en la calle López Pélaez, a la antigua comandancia de la Guardia Civil, las mejoras en la calle Pons d'Icart y el arreglo de la cubierta de Grupo Casteller de Sant Pere i Sant Pau. Estas obras se mantendrán paradas.

El secretario de Construcción y Servicios de CCOO en Tarragona, Manuel León, defiende que «aceptamos de forma crítica la decisión del gobierno español, ya que creemos que el de la construcción no es un sector tan urgente y que tendría que estar paralizado». No obstante, y como el gobierno español «no lo ha decretado así», León defiende que exigirán que se cumplan los protocolos de prevención a las compañías que mañana reanuden la actividad. «En aquellas empresas donde tenemos representación, pediremos que el comité de empresa pueda participar en la decisión de medidas de seguridad, que estas sean consensuadas». En cambio, explica León, en aquellas en que no tienen representación sindical será «más complicado», y por eso apelan a la responsabilidad de los empresarios. «Nos parece difícil que se puedan cumplir estas medidas de seguridad», lamenta finalmente al secretario de Construcción de CCOO en la demarcación. León recuerda que, aunque el trabajo de la construcción vuelva a estar permitido, no es así en los casos en que las obras se lleven a cabo en espacios donde haya personas ajenas a la empresa.

La industria

La química es la principal actividad del sector de la industria en Tarragona. Con respecto al levantamiento del confinamiento total, esta no se verá afectada, ya que se consideró como servicio esencial. Fuentes de la Asociación Empresarial Química de Tarragona (AEQT) ya explicaron en su momento que estas compañías readaptaron su producción a las necesidades de la población en esta crisis sanitaria.

No obstante, el secretario de Industria de CCOO en Tarragona, Juan Manuel Martín, asegura que han sido pocas las empresas afectadas por el permiso retribuido recuperable. Estas han sido principalmente las textiles, las cuales se están planteando presentar ERTE a sus trabajadores a estas alturas. En más, señala que Bic Graphic i Tecnolama, que ambas suman unos 500 trabajadores, también han disfrutado del permiso retribuido y hoy vuelven a la actividad, sin la intención de presentar ningún expediente de regulación. Martín añade que las compañías del sector del automóvil, que también es una parte importante en Tarragona, ya habían presentado ERTE antes del confinamiento total.

«En las que tienen que devolver a la actividad, lo tienen que hacer con todas las garantías de seguridad, teniendo en cuenta las distancias entre trabajadores, que haya equipos de protección individual para todos y que los protocolos estén adaptados a las recomendaciones de los expertos,» defensa Martín, que exige que eso se cumpla y las que no lo hagan «las denunciaremos para que no puedan empezar su actividad hasta que no cumplan las condiciones».

En esta misma línea, en un comunicado, UGT defiende que «hace falta que todas las empresas lleven a cabo todas las medidas necesarias para garantizar la seguridad de todos los trabajadores y trabajadoras y sus familias». Si no es así «no se tienen que incorporar a la actividad». No obstante, el UGT defiende que si hay empresas que reactivan la actividad sin tener en cuenta las medidas de seguridad «lo denunciaremos ante la Inspección de Trabajo».

Controles de temperatura

El Gobierno ha aprobado un conjunto de propuestas enmarcadas en una estrategia de actuación para la fase 1 del desconfinamiento, que se inicia hoy en Cataluña. En el ámbito laboral y de acuerdo con las recomendaciones tomadas en el marco del Consejo de Relaciones Laborales, se apuesta para controlar la temperatura corporal de los trabajadores, con la colaboración de los servicios médicos de prevención de riesgos laborales. Para el Gobierno de la Generalitat, se tendría que garantizar que el trabajador se tomara la temperatura dos veces al día y avisara el sistema sanitario si esta aumenta. Además, advierten que no se puede ir a trabajar con fiebre.