Diari Més

Medio ambiente

Incineran cerca de 450 toneladas de residuos sanitarios en Tarragona durante la pandemia de la covid-19

Los hornos de Sirusa destruyen a 1.000 grados los restos provenientes de la demarcación, la Conca d'Òdena y Madrid

Residuos quemando en el interior de un horno de la incineradora de Sirusa en Tarragona.

Incineran cerca de 450 toneladas de residuos sanitarios en Tarragona durante la pandemia de la covid-19ACN

Publicado por

Creado:

Actualizado:

La incineradora de Sirusa, en Tarragona, ha recibido cerca de 450 toneladas de residuos sanitarios en un mes a raíz de la pandemia de la covid-19. Las instalaciones del polígono Riu Clar destruyen, por término medio, más de 13.000 kilos diarios de material infeccioso utilizado en los centros sanitarios. Sobre todo provienen de la demarcación de Tarragona, pero durante la crisis también ha recibido la Conca d'Òdena y, puntualmente, Madrid. Los hornos de la incineradora queman los residuos a una temperatura de 1.000 grados, con lo cual la destrucción de agentes patógenos queda garantizada. La planta ya está acostumbrada a tratar con material de riesgo biológico sin embargo,ha reforzado las medidas de seguridad para prevenir la propagación del coronavirus.
Los millares de batas, mascarillas y sombreros que estos días se consumen en grandes cantidades acaban en incineradoras como la de Sirusa, ubicada justo en medio del polígono industrial Riu Clar. La planta tarraconense recibe desde mediados de marzo más de 13 toneladas diarias de estos materiales que, por seguridad sanitaria, no pueden reciclarse.

El residuo sanitario llega -esterilizado desde una planta situada en Constantí- proveniente de los principales hospitales de Tarragona y Reus, y del resto de la demarcación. De forma excepcional, también ha recibido desperdicios de la Conca d'Òdena mientras ha durado el confinamiento específico en esta zona del país y, de manera puntual, ha valorizado residuos de la capital española.

En condiciones normales, Sirusa ya trabaja con material que presenta riesgo biológico. «Sólo hay que pensar en lo que acaba en un contenedor gris, absolutamente de todo. Incluso la materia orgánica supone un riesgo por las bacterias y hongos», señala Grau. Aunque no hay una manipulación manual ni contacto directo con el material infeccioso, se han adoptado medidas adicionales.

Así, se ha establecido que los camiones descarguen residuos sanitarios en horario de tarde y de uno en uno, para minimizar riesgos. Por sistema se prioriza la crema del residuo sanitario y se ha incrementado la desinfección de la plataforma de descarga. El protocolo de acceso a la planta, además, incluye ahora la necesidad de coger la temperatura a todas las personas que entran.

Una vezdentro, los camiones se pesan, acceden a la plataforma y vierten los residuos en la fosadonde se acumulan también los desperdicios urbanos. Desde una sala de control, un operador de grúalos eleva hasta el interior de las tolvas de carga, desde donde pasarán al horno de incineración. Allí el material se valoriza y se convierte en energía con la cual se abastecen entre 25.000 y 30.000 hogares.

Bajada de residuos urbanos

El gerente de Sirusa, Armengol Grau, explica que disponen de bastante capacidad de tratamiento porque ha habido «una fuerte bajada» de la fracción resto que se deposita en el contenedor gris. Eso, dice, les ha permitido asistir otras áreas geográficas de Cataluña e intensificar el tratamiento de residuos sanitarios.

La generación de residuos urbanos se cayó, por término medio, entre un 5% y un 10% en marzo a los principales municipios del Campo de Tarragona. En Salou, la bajada fue del 15%. Eso se debe, según Grau, al cese de la actividad en hoteles, bares y restaurantes, más que a la producción doméstica. Según Sirusa, durante el confinamiento se ha detectado una bajada de la fracción orgánica y un incremento de envases.

La incineradora de Sirusa valorizó 140.000 toneladas de basurael año pasado, con unas 8.000 horas de actividad. La empresa está participada en un 95% porla Mancomunidad de Incineración de Residuos Urbanos del Campo de Tarragona -que integran los ayuntamientos de Tarragona, Reus, Cambrils, Salou, Vila-seca, Constantí, la Canonja y Valls- y en un 5% por la sociedad Avanza de la Generalitat.

Desde el inicio del estado de alarma la planta tarraconense forma parte de la cadena de servicios sanitarios en la gestión de la crisis, y se considera una infraestructura de servicio obligatorio y dentro del sector esencial. Los gestores de las instalaciones mantienen un contacto permanente con la Agencia de Residuos de Cataluña (ARC), que coordina el servicio.

Un camión vertiendo residuos sanitarios al depósito de la incineradora de Sirusa, en Tarragona.

Incineran cerca de 450 toneladas de residuos sanitarios en Tarragona durante la pandemia de la covid-19ACN

tracking