Sociedad
Los tarraconenses dejan una tonelada de voluminosos cada día a pesar de estar prohibido
El concejal Jordi Fortuny dice que cuando finalice el periodo de confinamiento a causa del coronavirus se tendrá que ampliar el servicio del centro de reciclaje municipal
A pesar de la prohibición de dejar muebles y voluminosos en los contenedores de la recogida selectiva o a su lado en la ciudad de Tarragona, muchos tarraconenses siguen practicando esta actividad. El concejal de Serveis Econòmics, Serveis Centrals i Personal, Jordi Fortuny, comentó ayer jueves que «cada día se deja una tonelada». La cantidad es bastante importante si se tiene en consideración que actualmente, a causa de la pandemia por coronavirus y la limitación de movimientos de los ciudadanos a consecuencia del confinamiento, está prohibido depositar estos utensilios en los contenedores distribuidos por las calles de la ciudad.
Fortuny recordó que, en circunstancias normales, en Tarragona se recogen «entre 8 y 9 toneladas» de muebles y voluminosos al día. El descenso es considerable, pero lo cierto es que la cifra actual tendría que ser de cero toneladas. En carteles colocados en los contenedores el Ayuntamiento recuerda que el incumplimiento de la normativa está sancionado con la cuantía de 300 euros.
En el transcurso de un acto abierto, Fortuny comentó que en el momento que se supere la crisis sanitaria provocada por la COVID-19 se tendrá que reforzar el servicio de centro de reciclaje. El concejal apuntó que «la previsión» del gobierno municipal de Tarragona es que «cuando la gente pueda volver a la calle y se levanten las restricciones», la recuperación de actividades hará más necesario que nunca el servicio de centro de reciclaje. Muchas personas aprovechan el confinamiento para realizar pequeñas obras en su casa.
Fortuny remarcó que «vivimos una experiencia única y todos estamos aprendiendo a partir de evaluar las cosas que nos vamos encontrando y a cada situación».
En otro contexto, Fortuny recordó que el Ayuntamiento de Tarragona mantiene la poda del arbolado urbano, a pesar de las actuales circunstancias, por lo cual está garantizado el mantenimiento de la masa forestal de la ciudad.