Estado de Alarma
Los barrios empiezan a anular fiestas de verano y miran a septiembre o en octubre
Federaciones y asociaciones de vecinos de Reus y Tarragona aplazan las celebraciones a la espera de «poder brindar porque estamos bien»
A pocas semanas de lo que habría sido el inicio de las fiestas de barrio a la mayoría de municipios del territorio, habitualmente concentradas entre mayo y agosto, la irrupción de la Covid-19 obligará, como mínimo, a variar calendarios. Gran parte de las asociaciones de vecinos de Reus y Tarragona miran hacia septiembre y algunas tienen ya asumidoque, este año, no habrá orquestas ni parrilladas. Las primeras cancelaciones han empezado a producirse, motivadas por la incertidumbre del momento, la percepción que ni que estuviera permitido encontrarnos, quizás no sería seguro» y el sentimiento que «habrá muchos que no tendremos nada que celebrar». El tejido espera reencontrarse más tarde y «poder brindar porque estamos aquí».
La Federació d’Associacions de Veïns de Reus (FAVR) anima a «aplazar las fiestas, como mínimo, hasta septiembre». El presidente Marcos Massó precisa que «algunas entidades ya nos han hecho saber que sus barrios, en estos momentos, no se ven capacitados para hacer celebraciones» y apunta que «ni que fuera posible hacerlo, la situación no está como para que en junio o en julio se junten 500 o 600 personas, aunque sea en la calle o al aire libre o como sea». «En general, los vecinos están muy concienciados de que, de momento, no se podrá hacer», añade Massó, que dice que «habrá que esperar qué pasa, qué dice el gobierno y cómo nos sentimos». Para eso, de entrada, «calculamos que, como mínimo hasta septiembre o en octubre, no es viable». Será entonces, dice el presidente de la FAVR, cuándo «quizás, si todo se ha acabado y estamos seguros todos juntos haciéndolo, será momento de hacer un brindis y, con la pena de todo lo que ha comportado la pandemia, celebrar que nos encontramos bien y que seguimos».
Montserrat, por segundo año
A la práctica, la imposibilidad de hacer planes impediría ya algunas de las citas porque «las fiestas movilizan, por ejemplo, feriantes y una infraestructura que se acostumbra a preparar un mes antes». «¿Sabemos qué pasará dentro de un mes?», añade Massó. Ya ha habido barrios «como Montserrat o la Pastoreta», dice el presidente de la FAVR, «que han decidido que no es momento, y es lógico».
El caso del barrio Montserrat resulta, al menos peculiar. La asociación de vecinos encabeza siempre el calendario de la treintena de fiestas de barrio en Reus, en mayo. El año pasado, ya tuvo que aplazar la fecha para no hacerla coincidir de lleno con la campaña de las elecciones municipales. Este año, su presidente, Domingo Martínez, explica que «hemos anulado la fiesta y no la haremos». El acontecimiento estaba previsto para la última semana del próximo mes y «ni que lo pudiéramos hacer, sería precipitado». «Es una época mala para todo el mundo y, aunque esta zona no ha sido especialmente afectada, tenemos que mirar por el resto», concluye Martínez. La asociación ya ha hecho saber a los vecinos que este 2020 «no habrá fiesta».
La misma FAVR que habitualmente, programa a inicios deverano una gran reunión con todas las entidades que reúne, ha tomado la determinación de «buscar fechas más adelante». Massó detalla que las subvenciones este año no se han convocado y que «el Ayuntamiento contactará estos días con las entidades para explicar cómo está todo».
El papel de los profesionales
Con respecto a Tarragona, la mayoría de las fiestas mayores de barrios son en verano, entre los meses de junio y agosto, y, aunque todavía no se han cancelado oficialmente, las asociaciones de vecinos dan por hecho que no se podrán celebrar, al menos, en las fechas previstas. Alfonso López, presidente de la Federació d’Associacions de Veïns de Tarragona (FAVT), lamenta que «parece que este verano no tendremos fiestas». La FAVT agrupa los barrios de la Granja, Bonavista, Buenos Aires, la Albada, la Floresta y Campclar. López asegura que «no nos podemos arriesgar a contagiarnos teniendo en cuenta la situación en que nos encontramos». El presidente de la FAVT sin embargo, contempla la opción de destinar el presupuesto de la fiesta de «Verano en el barrio», que organiza la misma federación y que tampoco se podrá hacer, a mejorar y hacer más completas aquellas fiestas de invierno como Halloween, Navidad o carnaval, por ejemplo.
En la misma línea, Gemma Fusté, presidenta de la Federació d’Associacions de Veïns de Llevant, también lamenta que lo más probable es que se acaben cancelando las fiestas de los barrios que agrupa, «al menos las del verano», como son la de Ferran, el 15 de agosto; la de la Móra-Tamarit, a principios de agosto; Cala Romana, 18 de julio; Entrepins, la primera semana de agosto. Por otra parte, las fiestas de Boscos, el 5 de septiembre, y de Molnàs-Solimar, el 26 y 27 de septiembre, podrían salvarse de la anulación, pero hay que ver la evolución de la pandemia los próximos meses. «Todos sabemos que no podremos celebrarlas, pero es tanto triste que no te lo quieres creer», reconoce la presidenta de la FAV Llevant.
Finalmente, con respecto a la Federació d’Associacions de Veïns Segle XXI, que agrupa los barrios de centro, del Port y del norte de la ciudad, asegura que las entidades vecinales ya han decidido aplazar sus fiestas, que se celebran prácticamente todas en verano, en los meses de invierno. El presidente de la FAV Segle XXI, Jacinto Moreno, explica que se ha decidido que estas estén centradas principalmente en los niños y las personas mayores, y que dentro del programa de fiestas se incluirán reconocimientos a todos aquellos profesionales de diferentes sectores que están luchando contra el coronavirus a primera línea.