El mercado de Bonavista reabre con 13 paradas y baja afluencia de clientes

Cierta normalidad volvió ayer al barrio de Bonavista, con motivo de la reapertura del tradicional mercado del domingo con sólo, eso sí, paradas con venta de productos destinados a la alimentación. La de ayer el domingo fue una versión muy reducida del ámbito alimenticio del mercado, ya que sólo se instalaron trece puntos de venta. También fue muy menor la afluencia de clientes, pero su presencia sirvió para, al menos, dar un poco de alegría a los cajones de los tenderos. En todo momento, vendedores y compradores mantuvieron las medidas de protección para prevenir contagios por coronavirus.

Las personas consultadas por esta redacción coincidieron en decir que la reapertura del mercado de Bonavista, aunque de manera muy reducida, simboliza que se empieza a remontar la situación crítica, económica y social, que ha provocado la pandemia de la COVID-19. La apertura parcial del mercado, decidida por la empresa municipal Espimsa, coincidió, además, con el primer día en que los niños podían salir en la calle.

Desde su punto de venta de productos como olivas, Abel Hernández, de la Canonja, comentó que «ya teníamos ganas de volver al mercado». «La gente se comporta con precaución, manteniendo las distancias,» dijo, para añadir que «mucha nos comenta que no entienden que nosotros hemos tenido que estar parados, sin vender, y han sido abiertos los supermercados y el Mercado Central, cuando aquí, en Bonavista, es un espacio abierto y estamos al aire libre».

Con relación al número de clientes de un domingo de antes de la pandemia, Hernández apuntó que «hoy ha venido un 10 por ciento de nuestros clientes habituales». Un motivo apuntado fue que «se ha anunciado poco esta reapertura y muchas personas nos han dicho que no lo sabían y que se han enterado por los vecinos». Hernández añadió que «ha habido gente que nos han dicho que pensábamos que era una broma que el mercado de Bonavista devolvía a la actividad, al menos con respecto a las paradas que vendemos productos necesarios como los alimentos». «Espero que la situación se normalice pronto», remarcó el paradista canongí.

Por su parte, Pilar Ortíz, conocida como la Tandi y especializada «en productos artesanales y de proximidad, que llevo de lugares como Cambrils y Ferran, pero también de Cuenca, Valladolid o León,» dijo «estamos contentos, el día está tranquilo pero volveremos». Pilar, tarraconense residente en Bonavista, apuntó que «además de vender, también estamos contentos de poder salir para montar el mercado».

Andreu Tomàs, de Camarles, hace 32 años que vende productos locales en su parada , «en la que ya venía con los míos pares«. Tomàs fue unos de los vendedores que se consideran «discriminados» en verso los supermercados o el Mercado Central, y dijo que si el autónomo no trabaja, no gana. Además, remarcó que «el producto que vendemos nosotros lo cultivamos en casa y hemos tenido que arrancar mucho para no poder venderlo».

Tomàs mostró su satisfacción por el hacer de poder volver al mercado de Bonavista y dijo que, a pesar de bajo número de paradas y compradores, «eso es mejor que estar en casa y nos gusta ver que hemos podido volver a abrir aquí nuestra parada después de unas semanas de no poder hacerlo».