Sociedad
La demanda de alimentos incrementa un 40% en Tarragona y el Ebro durante la crisis de la covid-19
El Banco de los Alimentos tiene capacidad para cubrirla hasta mayo y prepara nuevas acciones para aumentar las donaciones
Banco de los Alimentos, sede Reus, calle Escultor Rocamora
La demanda en el Banco de los Alimentos en Tarragona y el Ebro ha incrementado un 40% desde el inicio de la crisis sanitaria. «Hemos detectado que la necesidad alimenticia en la provincia ha aumentado y estamos convencidos de que irá a más. Hay muchas familias que ahora mismo no perciben ningún ingreso y los ahorros se los están acabando», ha advertido al portavoz de la entidad, Òscar Ologaray. Con las provisiones actuales, el Banco de los Alimentos puede cubrir estas necesidades hasta el mes de mayo pero estudia nuevas donaciones y aportaciones para poder seguir ayuntamiento las familias con más necesidades del territorio. La entidad recuerda que la tarea que desarrolla el Banco de los Alimentos «es esencial, son servicios mínimos, y demasiado a menudo, está bajo mínimos».
Por el trabajo diario, el Banco de los Alimentos ha aumentado las medidas de protección personales de los voluntarios que reparten los alimentos cada día. Desde el almacén central ubicado en Reus, se abastecen más de 150 entidades sociales de toda la provincia mientras en la oficina los teléfonos que no paran de sonar. «Estos días escuchamos muchos problemas, que te golpean, situaciones muy duras que ni nos podríamos imaginar. Intentamos ayudar en todo el que podemos, los derivamos a servicios sociales, entidades de proximidad», ha explicado Glòria Alegre, voluntaria del Banco desde el 2010. «El teléfono también suena para recibir buenas noticias: empresas, entidades, instituciones que quieren hacer una donación», ha añadido.
Ologaray ha advertido que «las cifras no son buenas» y que se puede agravarla situación vivida con la crisis económica del 2008. En Tarragona y el Ebro hay muchos puestos de trabajo vinculados al turismo y la situación de este verano será compleja, muchas familias reducirán sus ingresos y el Banco de Alimentos quiere estar preparado. «Tenemos que ser capaces de minimizar el efecto sobre las familias más vulnerables», ha dicho.
