Diari Més

Estado de alarma

Los chiquillos salen de casa por primera vez desde el inicio del confinamiento

Las autoridades locales de Tarragona y Reus registraron una gran cantidad de salidas y destacaron la responsabilidad de la gente en líneas generales

Un pare jugant i corrent amb la seva filla per la sorra de la platja de l'Arrabassada, espai escollit per moltes famílies per passejar i sortir una estona.

Los más pequeños salen de casa por primera vez desde el inicio del confinamientoGerard Martí

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Los más pequeños vivieron ayer el momento más feliz en el mes y medio que llevamos de confinamiento. Después de tantos días cerrados en casa pudieron salir a la calle y se sintieron libres nuevamente, todo y que con ciertas restricciones, ya que el riesgo de contagio continúa y hay que mantener la tensión para evitar retoños. No obstante, eran muchos los padres que esperaban también con ganas este momento y, muchos de ellos, creen que, siendo responsables y teniendo en cuenta las normas de seguridad, la de poder salir con los pequeños es una medida que se hubiera podido aplicar hace días.

Aunque ya se han visto muchas imágenes de varias ciudades donde grandes masas de padres, madres, niños, niñas e, incluso, abuelos y abuelas, se agrupaban en paseos marítimos y ramblas, en Tarragona y en Reus, donde también se registraron una gran cantidad de salidas, las familias fueron más responsables.

Según la Guardia Urbana de Tarragona, en líneas generales, la ciudadanía cumplió con las normas establecidas, aunque tuvieron que presentar un par de denuncias a personas que aprovecharon la situación para hacer el que no se podía, como bañarse en la playa. Fuentes del cuerpo aseguraron también que se notó el número de salidas, aunque era, más o menos, lo que esperaban. Con respecto a Reus, fuentes de la Guardia Urbana aseguraron a Diari Més que, de la misma manera que en Tarragona, la gente se comportó y salían a pasear el perro, en bici o con patinete. Agentes del cuerpo municipal reusense tuvieron que advertir y llamar la atención delante de algunas picarescas de ciudadanos que tampoco cumplían con el establecido, como los dos progenitores paseando con sus hijos, pero en ningún caso tuvieron que recurrir a denuncias.

No obstante, la Rambla Nueva de Tarragona, así como las playas de la ciudad, se llenaron de familias que aprovecharon la hora permitida para que sus hijos pudieran ir con patinete, en bicicleta o, simplemente correr, actividades que no han podido hacer durante tanto tiempo. De la misma manera, en Reus, los más pequeños menores de 14 años tampoco dejaron escapar la oportunidad y llenaron la plaza Prim, la calle Llovera y la calle Monterols, en el centro de la capital del Baix Camp, para jugar al aire libre.

Enric Casasayas y Laia Timoneda son los padres de Jan, de 8 años, del Nil, de 6 y de la Ona, de 3, los cuales ayer pudieron salir por primera vez desde que se decretó el Estado de Alarma, a pesar de que «separados», recordaba Casasayas, que reconocía que «no lo acabo de entender, ya que formamos parte todos del núcleo familiar, y da pena no poder vivir un momento tan bonito como este todos juntos».

El padre de la familia del barrio del Arrabassada de Tarragona explicaba que aprovecharon para bajar a la playa, a jugar con la arena y con los cangrejos de las rocas. «Por la mañana no los veía muy animados pero una vez aquí en la playa se lo han pasado muy bien y cuando ha sido la hora de volver hemos tenido una crisis porque no querían», relata Casasayas, que celebra que «era una medida muy necesaria y tanto los padres como los más pequeños estamos agradecidos. Ahora ya estamos preparando la ruta para mañana, que toca montaña y tendremos que coger patinetes y bicis, seguramente».

Sin embargo, Casasayas considera que, en cierta manera, son unos afortunados, ya que viven en una casa y tienen un jardín espacioso, y es consciente de que muchas familias viven en pisos pequeños que hace más difícil el confinamiento.

Federico Artés y Ane Pujol, que también viven en el Valle del Arrabassada, también salieron a pasear con sus hijas. En su caso, tienen dos gemelas de 7 meses, Emma y Maria, y la Nuera, de 2 años. «Les ha ido muy bien poder salir de casa, se les veía la cara de alegría, y poder contactar nuevamente con el entorno ha sido un chute de adrenalina, tanto para ellas como para nosotros», explicaba Artés. El padre defendía también que «habrían podido levantar esta norma antes, pero supongo que desde el gobierno tenían sus razones para no hacerlo hasta hoy». La familia bajó hasta la playa del Arrabassada y, explicaba el padre, las gemelas , todavía pequeñas, durmieron todo el paseo, pero la Nuera aprovechó para jugar con la arena y mojarse los pies en el agua del mar.

Artés explicó que se encontraron con un control de la Guardia Urbana que les recomendó que no salga el núcleo familiar entero a pasear. «Está bien que los cuerpos de seguridad marquen un poco los pasos a seguir, ya que, si tenemos una pizca más de libertad, hace falta ser responsables y mantener la tensión de estos días,» reconocía.

El padre de las pequeñas explicaba también que tienen la suerte de tener terraza en casa y al menos los ha tocado el sol y el aire. No obstante, remarcó la importancia de que los niños puedan salir a la calle. «De todos modos me causaba cierta frustración que el discurso de que los niños tienen que salir haya llegado tanto tarde, teniendo en cuenta el esfuerzo que están haciendo,» señaló Artés, que añadía que «cuando son más pequeños, juegan más a solas pero les gusta tener más niños a su alrededor igualmente y estar al aire libre».

Finalmente, el padre reconoce también que estos días está siendo «complejo» compaginar el teletrabajo con cuidar a las hijas. No obstante, el ingeniero de operaciones de Repsol celebra que desde el trabajo les han dado mucha flexibilidad en los horarios, principalmente.

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