Equipamientos
Tarragona se tendrá que hacer cargo de la puesta a punto del Palau d'Esports
Todavía no hay ningún acuerdo cerrado entre Ayuntamiento y Generalitat al respecto, pero todo apunta a esta dirección
«Tarragona acabará pagando la broma». Este es el sentir de personas que estuvieron y están ligadas a la ciudad a nivel político e institucional con respecto a la puesta a punto del Palau d'Esports, que será gestionado por el Ayuntamiento de Tarragona.
El acuerdo para el traspaso de la gestión del Palau d'Esports de la Generalitat de Catalunya en el consistorio tarraconense es total (pendiente de los trámites administrativos para acabar de rematar el traspaso) gracias a la aprobación de la Ley de acompañamiento de los presupuestos, la cual modifica las leyes de Patrimonio. Gracias a este paso, no hay ningún impedimento para que el consistorio, tal como se había hablado incluso antes de la construcción del equipamiento, se haga cargo. De momento, sin embargo, no hay fecha para ponerlo en marcha. De hecho, el Palau es la menor de las preocupaciones para unos y otros con lo que está suponiendo la maldita crisis del coronavirus que tantas vidas está dejando por el camino.
Pau Ricomà, alcalde de Tarragona, abrió la veda en una entrevista a Tarragona Ràdio , cuando, al ser preguntado por el futuro de la ciudad, soltó la perla. A partir de aquí, se abren varias incógnitas, muchas de ellas encaminadas al coste económico que le supondrá al consistorio tarraconense la puesta en marcha del equipamiento.
La primera pregunta es, si cuando el Ayuntamiento de Tarragona se haga cargo de la instalación, esta estará cien por cien operativa. Otra, estaría si, una vez agotada la garantía, la Generalitat ofrecerá otra en el consistorio, de dos años, como la que estaba fijada según dictan las leyes y que ya ha finalizado.
El marcador actualmente no funciona correctamente, la climatización necesita un repaso y el agua caliente tiene que funcionar. ¿Si algo no funciona correctamente, quién lo reparará? Muchas incógnitas que han preferido no contestar ni por parte de la Generalitat de Catalunya ni del Ayuntamiento, que han declinado hacer cualquier tipo de declaraciones al respecto.
Según ha podido saber este medio, por fuentes consultadas de ambos bandos, el Ayuntamiento está resignado a asumir los costes, pero todavía no ha habido ningún encuentro para definir las líneas maestras del traspaso. La Generalitat, por su parte, no tiene la intención de pagar la puesta a punto, ya que cree que la cesión de la instalación ya es bastante gesto como también tener que condicionarla.
Desencallar la cesión
El Ayuntamiento, de forma oficial, sí que aclaró a este medio que «la Ley de acompañamiento de los presupuestos introduce un cambio en la Ley de Patrimonio y la Ley de entidades locales, que modifica la figura de la mutación demanial. Los servicios jurídicos municipales trabajan ahora en el marco de esta figura para desencallar la cesión del Palau d'Esports y resolver la inseguridad jurídica en la cual se encuentra el equipamiento que fue inaugurado por los Juegos del Mediterráneo». Sin embargo, como no ha habido ningún encuentro formal con la Generalitat, desde el consistorio prefieren no aventurarse a detallar qué pasará exactamente en el momento de la entrega, todo y que sí que se resignan a ser ellos los que paguen la mencionada puesta a punto.
El Palau d'Esports fue la joya de la corona de los Juegos Mediterráneos Tarragona 2018, los cuales fueron aplazados durante un año. Algunas competiciones se desarrollaron, como por ejemplo la de balonmano, y fue un equipamiento que siempre fue encaminado a ser uno de los pilares en el futuro de la ciudad de Tarragona.
Es una instalación que, de hecho, no está finalizada. Falta alguna fase por concluir, aunque, estas, también las tendría que asumir, en principio, el consistorio. El pensamiento de la Generalitat es que prometió un gran Palau d'Esports para la disputa de los Juegos Mediterráneos, y así fue. Lo que suceda después, sobre todo conociendo que la explotación será del Ayuntamiento es, según el pensamiento del Govern, tarea del propio consistorio tener que solucionarlo.