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Estado de Alarma

«Es un orgullo aportar tu granito de arena en esta crisis sanitaria»

Cerca de 170 estudiantes de medicina y enfermería de la URV ayudan a los profesionales sanitarios en la lucha contra el coronavirus

Pablo López, graduado en Medicina por la URV, está en el hotel medicalizado de Reus.

«Es un orgullo aportar tu granito de arena en esta crisis sanitaria»Cedida

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«Estamos hablando de la crisis sanitaria más importando de los últimos años y poder aportar tu granito de arena, desde la misma inexperiencia, es un honor y un orgullo», reconoce Pablo López, exalumno de medicina de la URV y que, actualmente, está a la espera de una plaza para especializarse. López se apuntó sin dudarlo a la bolsa de voluntariado que impulsaron los mismos estudiantes y el profesorado de la Facultad de Medicina y Ciencias de la Salud y que ahora gestiona el Col·legi Oficial de Metges de Tarragona. Desde hace unas semanas está en el hospital medicalizado de Reus, donde realiza una tarea asistencial con pacientes contagiados de coronavirus que se encuentran en estado leves.

López explica que, en el llamado Hospital Salut, atienden dos tipos de pacientes. «Por un lado tenemos los que han sido hospitalizados y ya han superado la fase grave de la enfermedad y se encuentran en un estado leve o asintomático y los que no han sido hospitalizados pero ha presentado síntomas y han sido derivados aquí desde el Centro de Atención Primaria (CAP)», dice el joven, que apunta que en ambos casos «se trata de personas que su domicilio no está preparado para cumplir las recomendaciones de aislamiento, ya sea porque convive con personas que forman parte de un colectivo de riesgo o bien porque es un piso pequeño en el cual convive con mucha gente». López, así como otros compañeros de la universidad, da este apoyo a los profesionales sanitarios en un momento en que tienen mucha carga asistencial. «Aquí en el hotel hospitalizado hacemos un seguimiento telefónico diario a los pacientes, para ver cómo evolucionan, y entramos en la habitación sólo para explorarlos y valorar su estado si surge algún problema médico, de manera que nos exponemos el mínimo al contagio, y si es necesario se deriva en el hospital», relata López, que dice que el número de casos de coronavirus están bajando y se prevé que se pueda prescindir del hotel pronto.

Ramon Descarrega es todavía estudiante de medicina en la Universitat Rovira i Virgili de Tarragona, concretamente de sexto, el último curso. Con otro compañero de clase trabaja, desde hace un mes, a la Unidad de Enfermedades Infecciosas del Hospital Sant Joan de Reus. «Nuestro trabajo consiste en analizar los casos de ingresados por coronavirus y en llenar un documento, revisando la historia clínica del paciente, que se envía al Departamentde Salut para que tenga constancia de estos ingresos», explica Descarga, que también trabaja en una base de datos que él y sus compañeros han creado para el hospital. «De esta forma podemos hacer un seguimiento de los casos y el hospital tendrá una base de datos completa de la pandemia a partir del cual se podrán hacer estudios posteriores, así como los gráficos de la evolución de la enfermedad en el centro», añade el joven estudiante. Descarrega explica que, en su caso, no hace una tarea de asistencia médica a pacientes, como sí que hacen otros estudiantes de medicina o de enfermería. «Nuestro objetivo principal es liberar carga de trabajo en los sanitarios para que estos puedan hacer el trabajo asistencial sin tener que preocuparse del trabajo que ya hacemos nosotros», sostiene.

Finalmente, Descarrega reconoce que «estamos muy contentos de poder ayudar, nos sentimos muy realizados en este aspecto de poder contribuir mínimamente en estos momentos tan complicados por el sector sanitario», y añade que «hacemos horarios como si fuéramos residentes, es decir, que si nos tenemos que quedar más rato, lo hacemos sin problema, el nuestro es un trabajo vocacional».

Otro de los estudiantes de la URV que aportan su ayuda a los centros hospitalarios durante estos días es Idir Boulanouar, alumno de cuarto de enfermería. «Primero estuve en el UCI del Hospital Santa Tecla, donde hacía tareas de apoyo a los enfermeros que atendían a los pacientes en estado grave,» relata Boulanouar, que añadía que «a veces tenían que estar hasta una hora, pero nosotros no entrábamos, tanto por seguridad como para no gastar equipos de protección individual (EPI)». Ahora, desde hace unos días, el joven trabaja en la Residencia Llevant, que se convirtió en una extensión del hospital para poder atender a más pacientes. «Las tareas que realizamos aquí son diferentes, son de apoyo a los enfermeros para reducir la gran carga asistencial que sufren estos días», explica el joven estudiante. «Como no tenemos el título, sin embargo, no podemos preparar ni administrar medicación», añade. Finalmente, Boulanouar reconoce que al principio se lo pensó dos veces, ya que la exposición a la enfermedad era muy alta, pero explica que al llegar vio que los enfermeros la recibían con ganas porque necesitaban ayuda y eso la motivó. «Cuando ves que tu trabajo está sirviendo para algo te vas a casa muy contento», celebra.

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