Sociedad
Cruz Roja Tarragona incrementa un 150% las entregas de alimentos a familias
La entidad atiende a más de 10.500 personas en la demarcación en el primer mes de pandemia, un 60% de las cuales son personas mayores
En estas, también se tienen que añadir «las personas que estaban en una situación frágil» o sobrevivían a partir de la economía sumergida. «Personas que cuidaban niños o personas mayores, o que limpiaban casas, como son trabajos presenciales, se han dejado de hacer», comenta. Una situación que especialmente afecta «mujeres monoparentales».
Pero según Sabaté, el colectivo que está requiriendo más atención por parte de la organización es el de las personas mayores. De hecho, apunta que el 60% del total de personas atendidas son mayores de 65 años. La coordinadora provincial defiende que «es importante que las personas mayores puedan salir del confinamiento». «No somos expertos y alguien dirá cuándo lo tienen que hacer, pero la situación que están viviendo tendrá consecuencias para su salud», advierte. En concreto, menciona que el aislamiento puede provocar que pierdan más la memoria y se despisten con más facilidad, o que la falta de movimiento les puede provocar problemas físicos.
Los equipos de trabajo, al límite
La crisis de la covid-19 está obligando a hacer un sobreesfuerzo a las entidades sociales como la Cruz Roja. «Nos cuesta mucho que los equipos entiendan que tienen que descansar, pero lo procuramos», apunta. Parte del voluntariado que tienen son jubilados, con lo cual la mayoría se han tenido que quedar en casa al ser colectivo de riesgo. «Lo cubrimos con gente joven. Muchas personas han manifestado interés al colaborar y las incorporamos con toda el rigor», admite. En el último mes han recibido hasta 200 solicitudes por hacer voluntariado. «Estar a primera línea tiene su riesgo y nosotros no somos inmunes», expone Sabaté.
Parte de la tarea que lleva a cabo el voluntariado es hacer llamadas telefónicas a los usuarios, especialmente personas mayores y familias con niños, para comprobar su estado de salud y detectar posibles necesidades. En el último mes han hecho casi 9.000 llamadas a nivel de la demarcación de Tarragona.
Un trabajo que Sabaté cree que se alargará durante muchos meses, fruto de la profundidad que tendrá la crisis sanitaria. «Estamos en UCI social», asegura. En este sentido apunta que la coordinación que están desarrollando con las diferentes administraciones es «desigual» y alerta de que hará falta que todas hagan muchos esfuerzos «porque lo que más preocupa es qué pasará de aquí uno o dos meses». La responsable de la entidad afirma que «es importante que se implementen políticas para que pueda salir de la situación porque eso será muy largo».