Desconcierto en el sector de la peluquería y temor en el de la restauración

A tan sólo un día de abrir las peluquerías al público, después de permanecer unas semanas cerradas a causa de la pandemia por coronavirus, ayer domingo los profesionales del sector tenían más sombras que luces sobre las medidas a adoptar. Un peluquero del centro de Tarragona y que prefirió mantener el anonimato, consultado por esta redacción comentó que «hemos decidido las medidas que pueden proteger al cliente y, también, a nosotros, porque, oficialmente, no sabemos más y lo único que conocemos es lo que se publica en la prensa». Por otra parte, Eulàlia Estradé, del restaurante del Serrallo Ca Eulàlia, comentó que «mucha gente todavía desconoce que podrá recoger comida en el restaurante». Sí que tienen claro peluqueros y restauradores es que, hoy por hoy, hace falta pedir hora y apuntarse a una lista de espera tanto para ir a cortarse el pelo como recoger un pedido gastronómico.

Diferentes días de apertura

Pere Salcedo, presidente del Gremio Artesano de Peluquerías y Belleza de Tarragona, comentó a Diario Más ayer domingo que «en este momento estamos a la espera de BOE para saber qué tenemos que hacer, ya que desconocemos el protocolo de las medidas a adoptar». Salcedo apuntó que «aplicaremos medidas que son lógicas y aquellas que nos han llegado por los medios de comunicación y hablante entre la gente del sector». Salcedo dijo que los clientes tendrán que llevar una mascarilla, con la finalidad de evitar un posible contagio del peluquero, mientras que el profesional «tenemos que utilizar guantes, mascarillas, toallas de un único uso y desesterilizar elementos como peines y tijeras cada servicio». El presidente del gremio explicó que «para esterilizar ya utilizamos un producto que se llama barbicide y sólo hacen falta diez minutos, pero también está la posibilidad de utilizar rayos ultravioletas o llegíu diluida, entre otros sistemas». En caso de que el profesional tenga que mantener un contacto directo con el cliente, con el fin de rasurar una barba o perfilar unas cejas, «tendremos que llevar más protección, utilizando mascarilla y pantalla», dijo.

Por otra parte, Salcedo dijo que, ante las muchas dudas que genera la reapertura de establecimientos, en más del coste que supondrá la adopción de medidas de seguridad, ha hecho que «muchos agremiados nos hayan informado que no abrirán hasta el día 11».

Doce servicios

El sector de la restauración no se muestra demasiado optimista, aunque ya puede cocinar para clientes que vayan a recoger el pedido a los establecimientos. Eulàlia Estradé ha aprovechado las últimas semanas «para hacer reformas», y desde el pasado viernes lleva comer a domicilio con su furgoneta. Ayer domingo hizo «unos doce servicios», indicó a esta redacción. «La gente no lo sabe, pero creo que la próxima semana –el actual– irá mejor». Por otra parte, desde el restaurante Sapporo dijeron que «el lunes tenemos jornada de descanso, pero a partir del martes los clientes ya podrán venir a recoger el pedido», siempre «manteniendo las distancias de seguridad», remarcaron en el citado establecimiento.

Dos casos diferentes son los de Jordi Barrera, de Bendinat, y de Carles Fornés, de Entrepernas, que desde hace quince días ofrecen gastronomía para llevarse. En el caso de Barrera, «las ventas han bajado a un 70 por ciento entre semana y un 60 por ciento el fin de semana, mientras Forné estima la bajada en un 50 por ciento». «No llevamos a casa, porque no nos sale a cuenta». En Bendinat, una persona se cuidaba de qué no hubiera más de dos personas al interior del establecimiento.