Una trabajadora del EMMCT acusa Varas «de insultos y acoso laboral»
En una carta al alcalde Pau Ricomà, la mujer acusada de irregularidades también reclama que se active el protocolo de anti acoso
La trabajadora de la Empresa Municipal de Medios de Comunicación de Tarragona (EMMCT) que fue acusada la semana pasada de irregularidades ha decidido denunciar a la concejala Paula Varas por acoso laboral. Lo ha hecho mediante un extenso escrito dirigido al alcalde de Tarragona, Pau Ricomà, en el cual realiza dos peticiones y las fundamenta en varios hechos que, según ella, sucedieron durante los últimos meses. Aparte, le explica que ha sufrido problemas médicos a raíz de esta situación.
Son diversas las acusaciones que la trabajadora realiza hacia la concejala: «Usurpación de identidad, presión para realizar documentos con contenido irreal, imputaciones falsas de conducta negligente, insultos y menosprecios públicos». Paula Varas se negó a realizar ninguna declaración a este medio sobre los hechos de los cuales se le acusa y el consistorio se limitó a argumentar el siguiente: «El Ayuntamiento ha activado los protocolos previstos por estos casos».
En primera instancia, la trabajadora reclama «que se active el protocolo de anti acoso en el trabajo» y, en segundo término, pide que «se adapte mi puesto de trabajo de manera tal que no tenga comunicación de ningún signo con la señora Paula Varas», que se el «exim de compartir espacios con ella» y, si no es posible, «que siempre esté en presencia de un representante de los trabajadores, un funcionario o una tercera persona».
El primero de los grandes conflictos que, según la trabajadora, tuvo con Varas, arraiga en la marcha de lo que había sido hasta hace poco el gerente de la empresa, Josep Maria Bonet. Según detalla en la carta enviada a Ricomà, «a finales de julio del 2019 por orden de Paula Varas me encomendaron redactar una carta de despido del entonces gerente, Josep Maria Bonet. Pedí los motivos y recibí una llamada de Paula Varas, a quien todavía no conocía personalmente, donde me preguntaba el siguiente: Qué pasa, eras inútil o no savias hacer tú trabajo»?. La respuesta de la trabajadora, según detalla en el escrito, fue que «un despido es un acto que requiere una información precisa, dado que si no se argumenta de forma ajustada, puede ser declarado improcedente y serse devuelto en contra de la empresa.» Varas, presidenta del EMMCT, decidió «contratar los servicios externos de la gestoría Estivill para llevar a cabo el adomiadament del gerente de forma inmediata».
«A finales del mes de agosto se produjo el despido del gerente, pero se reincorporó a la empresa, ya que su contrato de alta dirección, en caso de rescisión, tenía una cláusula mediante la cual se establecía el reingreso inmediato, y lo hizo como jefe comercial», detalla la trabajadora que denuncia a una Varas que «al día siguiente, vino a la empresa, vio al exgerente trabajando, se acercó a su mesa y lo saludó». En septiembre, según la trabajadora, «me enviaron un correo electrónico procedente de la gestoría Estivill, donde se me indicó que tenía que firmar un informe ya redactado y se lo devolví modificado, especificando que no podía firmarlo tal como ellos me lo habían redactado, ya que no se ajustaba a la realidad. Me negué a confeccionar un documento falso cuya voluntad era hacerlo valer para justificar un despido y desconozco si además existía ánimo de presentarlo a juicio».
Un despido polémico
El 13 de septiembre, según detalla a la misma carta, «la secretaria del consejo de administración me envió por correo electrónico la carta de despido de Josep Maria Bonet como jefe comercial, llamé a la presidenta –Varas–, vino, la firmó y me pidió que le entregara yo. La informé de que el procedimiento consistía en efectuar el ingreso de la indemnización el mismo día, ya que se trataba de un despido por causas objetivas y me respondió el siguiente: Eras una ignorante, esto no se así, en la carta de despido se le informa que el despido será efectivo a los 15 días para no tener que pagar lo preaviso y será este día cuando se le va a pagar. Ante esta actitud, no contesté nada».
Aparte del despido de Bonet, también hubo otros puntos de conflicto que han provocado que la trabajadora de la Empresa de Medios haya decidido dirigirse formalmente a Ricomà. Entre estos, según la trabajadora denunciante, «ella –Varas– no acudía a reuniones semanales porque decía que estaba ocupada y, en uno de estos encuentros, expuse como se coordina la publicidad en la empresa, y me dijo textualmente: Tú calla. En reuniones posteriores, con la representante de los trabajadores, y Paula Varas, esta última me ignoró totalmente de forma manifiesta, buscando que quedara bien claro y evidente que merecía su menosprecio. Cuando yo le hablaba, no me miraba y se dedicaba a manipular su teléfono móvil».
«Al principio del mes de septiembre, me llamó la presidenta y me dijo que tenía que tramitar una suplementación de crédito, ya que el despido del gerente no estaba previsto en el presupuesto municipal. Como es una situación que hasta la fecha no se había producido nunca, llamé al departamento de contabilidad, después hablé con la secretaria y ella me facilitó un informe de la mencionada gestoría, donde se cuantificaba el despido. Cuándo Paula Varas llegó a la empresa, me preguntó: ¿Miedo qué tienes tú el informe de la gestoría? Le expliqué, ella rompió el informe, me dijo que no estaba autorizada a tener el informe, y respondí de que sin este informe no podía preparar la documentación, en que ella me acabó diciendo que: No té enteras de nata»!.