Explosión IQOXE
Los protocolos preveían que la explosión de un reactor en IQOXE afectaría a un radio de 34 metros
Isabel Ferrer señala en la comisión de estudio de la petroquímica que la empresa no activó el plan de autoprotección
La que ha generado más controversia y debate entre los diputados ha sido la de la directora general de Protección Civil. Ferré ha apuntado que el hecho de que no cuadraran las hipótesis planteadas desde seguridad industrial con las descripciones de los hechos que llegaban al centro superior de coordinación e información de Protección Civil (CECAT) hizo que inicialmente no se relacionara la explosión con el hundimiento de una vivienda en Torreforta -y que acabó con la vida de un vecino por el impacto en el edificio de una plancha metálica del reactor.
Ferré también ha cargado contra la compañía. «El plan de autoprotección de IQOXE no fue activado. No se solicitó ayuda externa ni se comunicó con el CECAT hasta 50 minutos después, a pesar de estaban obligados a hacerlo inmediatamente. La actuación de la empresa constituyó una falta grave de acuerdo con la normativa de Protección Civil», ha lanzado.
Ferré ha situado la hora del contacto con la compañía a las 19.38 horas. En cambio, el director general de Extinción de Incendios y Salvamento, Manel Pardo, ha afirmado que recibieron un aviso «que hizo activar el Plaseqcat» a las 18.41 horas. Exactamente en aquel mismo minuto se activaron los miembros de Parques Químicos y de Seguridad de la Asociación Empresarial Química de Tarragona (AEQT), el cuerpo de bomberos privado de las empresas del polígono, según ha apuntado su gerente, a Àngel Lozano. De hecho, Lozano incluso ha afirmado que desde la empresa los avisaron tres minutos más tarde, a las 18.44 horas. «En las 18.45 salimos con la dotación y en las 18.49 llegamos a la empresa», ha detallado.
La intervención de Ferré y la actuación de Protección Civil ha sido discutida por los diputados miembros de la comisión. Especialmente por lo que hace la gestión de la información cabe en la población, con la no activación de las sirenas y los mensajes «contradictorios» que se enviaron vía Twitter. Ferrer se ha defendido afirmando que «la acción del CECAT se ajustó al Plaseqcat y no hemos detectado ninguna desviación». Sin embargo, ha reconocido que «se generó una confusión» en la población que hace falta «asumir y corregir».
Más de 1.000 llamadas al 112
El director del 112, Joan Delort, ha comentado que a las 18.38 horas del 14 de enero ya se recibieron 21 llamadas de ciudadanos «que hablaban de una gran explosión al polígono sur». Dos minutos después transmitieron un primer informe a Bombers, SEM, Policía Local de Vila-seca, Mossos d'Esquadra y en el CECAT. Desde aquel instante y hasta las siete de la mañana del día siguiente se atendieron hasta 1.171 llamadas.
Con respecto a la acción del SEM, su director gerente Antoni Encinas, ha comentado que acabaron atendiendo a menos personas de las que inicialmente se preveían, dada la magnitud de los hechos. También ha apuntado que movilizó un vehículo especializado desde Barcelona para poder atender en el lugar del siniestro. Un servicio que no existe en el Campo de Tarragona.
Finalmente, la directora general de Calidad Ambiental y Cambio Climático, Mercè Rius, ha explicado que se activó el grupo de control ambiental «para determinar si había componentes peligrosos para las personas». Las medidas determinaron que no hubo riesgo para la población, ha asegurado. Sin embargo, ha comentado que unas analíticas de la Agencia Catalana de l'Aigua detectaron una concentración superior a los límites permitidos de algunos componentes en aguas subterráneas de la zona del accidente. Unos umbrales que, sin embargo, «no suponían ningún peligro ambiental». Los estudios todavía no están terminados, pero según Rius podrían derivar en un expediente sancionador.