Espimsa y marchantes de Corsini no se ponen de acuerdo para reabrir el mercadillo
Dídac Nadal propone unas medidas que no convencen a los profesionales y dice que «presenten alternativas» y que «la última palabra la tienen ellos»
La empresa Espimsa y los marchantes del mercadillo de Corsini y calles de los alrededores no han llegado a ningún acuerdo que permita su reapertura en las próximas semanas. Las propuestas que el presidente de la empresa municipal, Dídac Nadal, ha hecho llegar a los comerciantes no gustan a este colectivo, como manifestó Juan Benítez, presidente de Marxants TGN.
Nadal explicó a esta redacción que «estamos en disposición de abrir el mercadillo, pero hay que tener presente que nos encontramos en un marco restrictivo a causa del decreto de alarma». El presidente de Espimsa comentó que son pocas las alternativas, teniendo en cuenta las medidas de seguridad que se tendrían que aplicar. Los marchantes no están de acuerdo con la opción de ubicar en Corsini y los alrededores un 25 por ciento de las paradas al día «hasta multiplicar por cuatro», dijo Nadal. El presidente de la empresa municipal apuntó que «les comenté que para poder estar en este emplazamiento se tendría que reducir el número de paradas por medidas de seguridad». La respuesta que Benítez dio ayer fue que la medida no es aceptable porque «queremos estar todas las paradas a la vez y, además, si un día llueve este 25 por ciento de marchantes perderían el día y no podrían recuperarlo hasta pasados cuatro mercadets».
Nadal recordó que «dos días después del decreto de alarma me reuní con los marchantes y ya les dije que sólo podrían estar en Corsini si se dividían en cuatro grupos –montar la parada un día cada dos semanas– o buscar una nueva ubicación donde pudieran estar todos juntos, pero que esta no podía ser la Rambla Nova, también por motivos de seguridad, ya que se tiene que garantizar la distancia social».
Nadal propuso como espacios alternativos en Corsini el Parc de la Quinta de Sant Rafael, un solar municipal de las gabarras o el espacio que quedó liberado de la autovía de circunvalación a la altura de las instalaciones del Nàstic. «Son ellos quien tienen que hacer las propuestas a Espimsa», remarcó su presidente. «Nosotros somos rigurosos y también los pedimos como se hará para desinfectar la ropa que se prueben los clientes», apuntó.
En este contexto, Benítez comentó que «llevarnos al Parc de la Quinta de Sant Rafael, que es de tierra, es propio del siglo pasado y nosotros pedimos quedarnos en Corsini y que se amplíe el espacio en esta zona o, como alternativa, un combinado entre Corsini y la Rambla Nova». «Nos piden dejar pasillos de seis metros de ancho y, en este sentido, nos sentimos discriminados porque no sucede lo mismo en los supermercados o en las tiendas pequeñas», expuso Benítez. Además, apuntó que «nuestro sector siempre ha sido discriminado, cuando da vida a la ciudad y atrae el turismo».
Por otra parte, Benítez recordó que «pedimos a Espimsa que no nos cobre hasta finales de año y no sólo seis meses que, además, han empezado a contar desde el inicio del decreto de alarma: en ayuntamientos como Salou y Cambrils el coste es cero». Benítez dijo que muchos paradistas se han descapitalizado. Explicó que, en su caso, «pago a Espimsa 1.426 euros al trimestre por dos mañanas a la semana y eso, hoy, es insostenible».