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Las dudas de las autoescuelas en Tarragona contagian de incertidumbre el resto de territorios

Las autoescuelas exigen unos protocolos claros y que no se detengan los exámenes el mes de agosto

Un vehículo de Autoescuela Jordi de Tarragona con pantallas protectoras entre el alumno y el profesor, y entre la parte posterior y delantera del vehículo a raíz de la covid-19.

Las dudas de las autoescuelas en Tarragona contagian de incertidumbre el resto de territoriosACN

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La decisión de las autoescuelas de Tarragona de mantener la persiana bajada a pesar de entrar a la fase 2 ha generado más «incertidumbre» en el resto de regiones. Al Alto Pirineo, lo decidirán este viernes en asamblea. En cambio, en las comarcas de Gerona y la Cataluña Central, que podrían entrar a la misma fase una semana después, las autoescuelas siguen por ahora con la intención de reanudar la actividad una vez aavancen un paso más en la desescalada. Exigen, sin embargo, unos protocolos claros y que se puedan hacer exámenes en el mes de agosto. Por ahora, se preparan reduciendo el aforo de las clases, o planificando cómo será la conducción con alumnos. Las mascarillas y los utensilios de desinfección serán su nuevo día a día.
Después de que la Asociación de Autoescuelas de Tarragona se haya decantado por no abrir al considerar que no les sale a cuenta debido a la bajada de los exámenes, al Alto Pirineo, que podría entrar también el lunes 25 a la fase 2, lo decidirán este viernes en asamblea.

La Dirección General de Tráfico (DGT) ha notificado a la Asociación de Autoescuelas de Lérida que sólo contará con tres examinadores para la totalidad de la demarcación. Como pasa en Tarragona, el sector denuncia que no les sale a cuenta porque no podrán llevar a bastantes alumnos a examen. Estos examinadores podrán hacer solamente 30 pruebas diarias. Esta situación se agrava todavía más en el Alto Pirineo (La Seu d'Urgell y La Pobla de Segur), dónde en una jornada de 5 horas, un mismo examinador tendría que hacer los exámenes de teórica, circulación y pista.

Algunas autoescuelas como la Autoescuela Pallars, con centros en el Pallars Jussà, Pallars Sobirà, Val d'Aran y Alta Ribagorça, ya han anunciado que no abrirán el lunes.

La incertidumbre de Gerona y la Cataluña Central

Las agrupaciones de autoescuelas de Gerona y la Cataluña Central confiaban en el hecho de que ir por detrás de Tarragona «les resolviera dudas». Saber que no será así, les ha generado más «incertidumbre», ya que, a diez días de la probable reanudaciónde la actividad, todavía tienen muchos interrogantes sin respuesta.

Se quejan de que no los han informado de los protocolos de seguridad y reclaman en la Jefatura de Tráfico que en agosto no detenga los exámenes. «Nosotros ya los hemos hecho estos meses de paro», afirma el presidente de la Asociación de Autoescuelas de Gerona, Joan Sala. En Manresa, el delegado de la Federación de Autoescuelas de Barcelona, Francesc Gallego, se muestra más confiado. «La DGT dice que está negociando con los examinadores y parece que hay predisposición», dice.

Menos examinadores

Según la Asociación de Autoescuelas de Tarragona, no les sale a cuenta abrir en fase 2 porque sólo se harán el 25% de los exámenes. En Gerona, en cambio, la Asociación de Autoescuelas de comarcas gerundenses se decanta por mantener la previsión de reanudar la actividad. Ellos calculan que, a la demarcación, y a causa de las restricciones, se harán un 50% menos exámenes por día.

Joan Sala, presidente del ente gerundense, explica que la sala donde se hacen los teóricos permitía examinar sólo a 30 personas y que ahora se reducirá drásticamente por seguridad. Y en las pruebas prácticas, los examinadores han pedido no superar a los diez alumnos por día. Las autoescuelas desconocen, sin embargo, si los doce examinadores que hay en la demarcación se podrán incorporar de golpe o si lo harán de forma progresiva.

En Manresa, el delegado de la Federación de Autoescuelas de Barcelona, Francesc Gallego, exige a la Prefactura de Tráfico que, como mínimo, se establezca un calendario de exámenes «aunque no sea inminente». Recuerda el agravio económico que los está suponiendo el cierre y el aludde consultas que reciben de los alumnos sobre cuándo podrán examinarse. «I no les podemos dar respuesta», lamenta.

Sala y Gallego coinciden en el hecho de que es imprescindible que este 2020 se hagan exámenes en agosto. En el caso de los gerundenses, además, recuerdan que la falta de examinadores en la demarcación «es un problema endémico», porlo que reclaman que se refuerce la plantilla de la Jefatura de Tráfico.

Normativas contradictorias

Joan Sala reconoce que tenían pensado guiarse con lo que hicieran las autoescuelas tarraconenses, pero ahora no lo podrán hacer. Asegura que tienen muchas dudas e informaciones «contradictorias». Pone como ejemplo las diferencias entre la normativa catalana y estatal sobre si podrán abrir haciendo todas las formaciones o si tendrán que esperarse al nivel 3 para poder hacer las prácticas.

Desde la asociación avisan de que no pueden esperar más tiempo porque la situación económica es muy dura, con la mayoría de autoescuelas habiendo presentado ERTO y con la duda de sí algunas cerrarán el negocio porlas deudas acumuladas. Además, hay trabajadores que todavía no han cobrado nada a pesar de estar dos meses afectados por los expedientes de regulación.

Sin protocolos de seguridad claros

Las restricciones de seguridad e higiene obligarán a replantear la manera de hacer los exámenes y de impartir clases, pero, según las autoescuelas, no se las ha informado de ningún protocolo específico y exigen conocer las condiciones cuáles son las condiciones de seguridad e higiene que tienen que aplicar.

En el Alto Pirineo lamentan la poca concreción de la DGT a la hora de notificar la manera como tendrán que trabajar y dan por supuesto que tendrán que utilizar mascarilla, disponer de gel hidroalcohólico y desinfectar los vehículos cada vez que un alumno suba.

En Gerona, Sala explica que las prácticas serán «el gran reto». De entrada, prevén tener que llevar EPI y reforzar la desinfección y limpieza del vehículo y, en el caso de las motos, se dejarán de ofrecer cascos a los alumnos y cada uno tendrá que llevar el suyo, hecho que obligará a comunicarse con el móvil y unos auriculares. Antes de entrar en el vehículo, prevén comprobar la temperatura como medida preventiva.

Con respecto a las clases, en Gerona apuestan porla cita previa y para distribuir a los alumnos en función de los ordenadores disponibles, que también tendrán que ser menos porque se tendrán que guardar los dos metros de distancia.

En la Cataluña Central, Gallego explica que en su autoescuela ya están adaptando las instalaciones para poder mantener la distancia de seguridad en las clases teóricas y que probablemente tendrán que incrementar el número de sesiones diarias por|para la reducción del aforo. En el caso de las prácticas, dice, la desinfección del vehículo entre alumno y alumno los obligará a perder, como mínimo, «una de las clases del día». Además, todo apunta que los alumnos tendrán que conducir con mascarilla.

Pantallas protectoras en el interior de los vehículos

Aunque las autoescuelas de Tarragona no prevén abrir a corto plazo en protesta por la falta de examinadores, hay algunas empresas que ya han hecho los deberes a la espera de poder reanudar la actividad. Es el caso de la Autoescuela Jordi, que ya ha instalado pantallas protectoras de plástico en el interior de seis vehículos de la flota. En concreto, las piezas se han colocado entre los asientos del profesor y el alumno, y también entre la parte delantera y la parte posterior –donde se acostumbra a sentar el examinador.

Según explica al ACN el propietario de esta autoescuela tarraconense, Jordi Llorens, han copiado la idea del País Vasco y han decidido implementarla con el fin de minimizar al máximo el riesgo de contagio. Las pantallas son flexibles, no entorpecen la activación de los airbag y permiten que el profesor manipule el volante o la palanca de cambio, si hace falta, durante las prácticas.

Llorens explica que las prácticas se harán con mascarilla y que desinfectarán el vehículo después de cada sesión. Además, están a la expectativa de conocer los protocolos por si también los obligarán a duro peúcos o guantes. «Nos pasamos siete, ocho o nueve horas diarias encima del coche impartiendo clases y queremos preservar la salud y la seguridad de todos», subraya Llorens, con 40 años de experiencia el sector.

Bajar la persiana después de nueve meses de abrir

Al propietario de la autoescuela RACC La Draga de Banyoles la covid-19 lo ha enganchado cuando estaba arrancando el negocio. Levantó la persiana hace nueve meses y con el estado de alarma ha tenido que volver a bajarla. En declaraciones en el ACN, Daniel López explica que ya había comprado un coche y tenía previsto contratar a un nuevo instructor.

Por culpa de la pandemia, sin embargo, acumula pérdidas de 3.000 euros (entre servicios básicos, gestoría y seguros). El propietario del local le ha permitido aplazar el 100% del alquiler y eso le ha permitido parar mejor el frenazo. También ha ayudado no tener préstamos hipotecarios. Con todo, López ha tenido que presentar un ERTO para los dos trabajadores que tiene y sólo ha recibido 600 euros por ser autónomo.

A pesar de la incertidumbre, ha habido nuevos clientes que, aprovechando la parada de la covid-19, han apostado por sacarse el carné. Pero no han compensado la parada, que ha sido importante. En un mes normal, hacíamos entre 20 y 30 matrículas; estos dos meses hemos hecho 4», detalla López. En la empresa esperan poder abrir cuanto antes mejor pero admiten que la vuelta será «floja».

Con respecto a las medidas de seguridad, tienen pensado ofrecer un 'kit' con mascarilla, guantes y toalla de un solo uso a los alumnos antes de hacer las prácticas y reforzar la desinfección dentro del vehículo. El aforo de las clases presenciales también se reducirá y, si antes tenían una clase con 16 alumnos, ahora pasará a ser de seis para guardar los dos metros de seguridad.

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