Comercio
Los centros comerciales de Tarragona reabren con un degoteo constante de clientes
Los empresarios esperan que las medidas de seguridad implementadas ayuden a generar confianza entre los consumidores
Los centros comerciales de Tarragona han volver a abrir puertas este lunes, una vez la ciudad ha entrado en la fase dos de la desescalada. Desde primera hora de la mañana ha habido un goteo constante de clientes, pero en ningún momento ha habido colas o aglomeraciones y el aforo reducido que se ha decretado ha sido suficiente para absorber la demanda. Los empresarios esperan que las medidas de seguridad que han adoptado permitan que los consumidores vuelvan a tener confianza para volver a los establecimientos. Los clientes, por su parte, han aprovechado la mañana para hacer compras retrasadas o cambiar productos que han adquirido por internet durante el confinamiento.
Los dos centros comerciales del centro de la ciudad han reabierto a primera hora de la mañana sin un gran volumen de clientes. Con el paso de las horas diferentes personas han ido accediendo a las instalaciones, con respeto y paciencia por las nuevas medidas de seguridad, bien visibles en todos los espacios. Sólo entrar, obligación de lavarse las manos con gel desinfectante y de llevar la mascarilla puesta.
«Es un día fantástico, es como una nueva inauguración», ha apuntado Valentí Muñoz, director del Corte Inglés de Tarragona, el primero de la firma que reabre en toda Cataluña. Muñoz ha indicado que «las medidas de seguridad han venido para quedarse», como mínimo hasta que haya una vacuna o hasta que la ciudadanía recupere la confianza. En este centro han previsto medidas especiales para garantizar la desinfección de la ropa, como aplicarle un vapor especial, o la instalación de cabinas con luz ultravioleta, que permiten limpiar los artículos en quince minutos.
Corte Inglés ha mantenido abierta la sección de alimentación durante todo el estado de alarma. Muñoz ha concretado que en estos artículos las ventas se han incrementado y que los envíos a domicilio y las compras hechas en línea para recoger con el coche se han disparado. «Teníamos una media de 60 pedidos al día y se han multiplicado por cinco», ha señalado.
Compras retrasadas y cambios
Los clientes, por su parte, han aprovechado la primera jornada para hacer compras retrasadas, especialmente de ropa, y devoluciones de productos que en las últimas semanas han adquirido por internet. «No he comprado ropa por internet, y como con el confinamiento la mayoría nos hemos engordado, he venido», ha explicado Fanny, una cliente del Corte Inglés.