Los centros comerciales vuelven a abrir y las playas reciben a los primeros bañistas

Ciudades como Tarragona y Reus vivieron ayer lunes una jornada muy diferente de las anteriores desde la declaración del estado de alarma a causa de la COVID-19. Las grandes superficies comerciales reabrieron sus puertas después de más de dos meses, eso sí con medidas para respetar las distancias de seguridad, aplicando métodos de desinfectació y poder cubrir todo el aforo. Los bares, que ya habían podido poner las terrazas en la calle unos días antes, dieron un paso más adelante y desde ayer, coincidiendo con la entrada en la Fase II del estado de alarma, ya pudieron acoger clientes en el interior del local, como también lo hicieron los restaurantes. Además, los ciudadanos pudieron celebrar el cambio de fase con un baño en las aguas tarraconenses, siempre manteniendo los dos metros de distancia interpersonal y sin poder ducharse. Aunque la mañana fue lluviosa, algunas personas fueron a playas de ciudades como Tarragona o Salou para dar por iniciada su temporada de baños. Hay que recordar que no pueden acceder a las playas grupos formados por más de 15 personas.

«Tenemos una ilusión brutal porque hoy –para ayer– es como si hiciéramos una nueva inauguración y estamos recordando la del 8 de octubre de hace diez años», manifestó Valentí Muñoz, director de El Corte Inglés de Tarragona, primer establecimiento de la cadena que ha reabierto las puertas en Cataluña íntegramente, todo y que con un aforo máximo del 40%, lo cual supone que en un mismo momento puede haber 6.000 personas en el interior. El Corte Inglés ha mantenido operativo el supermercado durante toda la crisis sanitaria. La próxima semana inaugurará el horario de verano, de las 9.30 horas de la mañana a las 22 horas, y mantiene el servicio click&car los domingos, sólo para productos de alimentación.

Acompañado de Jordi Romañach, director de Comunicación y Relaciones Institucionales de Cataluña, Muñoz detalló las medidas de seguridad que El Corte Inglés ha puesto en marcha y que «han venido para quedarse hasta que haya una vacuna o haya absoluta confianza en la seguridad, y llevaremos las mascarillas el tiempo que haga falta». Muñoz destacó que la reapertura se ha hecho con la totalidad de la plantilla, formada por 470 personas la propia, más otros 250 trabajadores de empresas externas, «porque era un compromiso de la empresa».

En la entrada del establecimiento de PresidentCompanys destaca la presencia de un trabajador que indica a todo el mundo quién accede que se tiene que lavar las manos con gel, así como un cartel donde se informa del aforo. En este punto, y también en los accesos a las diferentes plantas del edificio, se hace un control del número de personas que hay en un momento determinado con el fin de no superar el 40% del aforo.

Luz ultravioleta

Valentí Muñoz explicó que después de que una persona se haya probado una prenda de ropa sencilla «la desinfectamos con vapor de plancha a alta temperatura» y, en caso de que sea más consistente, «la llevamos a una sala de higienización que hemos preparado de manera especial y de la cual hay una en cada planta, donde procedemos a desinfectar con luz ultravioleta». Otras medidas han sido la ampliación de los pasillos, la creación de espacios más diáfanos y el control de aforo, pero también aportar una especie de peúco no reutilizable a la persona que se pruebe unos zapatos. En el ascensor está marcado el lugar que tiene que ocupar cada uno de los cuatro posibles usuarios, metro que en el restaurante, situado en la última planta, en las mesas para cuatro clientes sólo se pueden sentar dos, la salida se hace por un sitio diferente al de entrada y la carta, de un único servicio, es el estovalla.

La Fira, con el 80% de los locales

En Reus, La Fira Centre Comercial reabrió puertas ayer con un 80% de los locales activos y ultimando los detalles de la adaptación de la planta de ocio y restauración, que espera recibir de nuevo clientela en pocos días. La gerente Mayte Forján explica que «lo más importante para nosotros es fijar todas las medidas de seguridad» y, por eso, en el edificio «se han preparado las zonas comunes, se han habilitado dispensadores de gel hidroalcohólico, se han señalizado distancias en los espacios, se han ubicado mamparas , y en los pasillos y los lavabos se han colocado máquinas de limpieza específica como son las de luz ultravioleta». Paralelamente, «el personal ha recibido formación» y entregará, en este periodo de desescalada, «guantes y mascarillas a los clientes que presenten el ticket de compra». La Fira abre de 9 a 21 horas hasta el 1 de junio, cuando haga el cambio para adaptarse al horario de verano que es de 10 a 22 h. De hecho, el centro comercial no ha estado nunca del todo cerrado. Durante el confinamiento, «han seguido ofreciendo servicio los establecimientos de actividades esenciales como Veritas, Aldi o Kiwoko, que sí que se han mantenido abiertos», recuerda Forján. También el parking ha recibido vehículos de manera permanente con esta misma función. Lo que no se pone en marcha todavía pero lo hará «pronto» son los Cines Axion de la planta superior, «porque acaban de implementar las medidas y, también, por una cuestión de disponibilidad de los estrenos» que, en general, está moderando la vuelta del sector a la normalidad. Con respecto a los bares y restaurantes que ayer todavía no atendían, la gerente de La Fira Centre Comercial precisa que «llegarán un poco más adelante», en parte también porque «las normativas son de última hora y la reapertura se confirmó este viernes».

Ciñéndose a la condición que marca que la apertura se produzca al 30% del aforo, La Fira puede acoger al mismo tiempo a un total de 4.160 personas. En este sentido, «hemos implementado sistemas de control del aforo para garantizar que nunca se sobrepase y también hay personal de control en los accesos», apunta a Forján. «Empezamos la nueva apertura con ilusión y con la máxima prudencia», concluye la gerente de La Fira Centre Comercial, a quien en todo momento ha expresado su satisfacción por la reapertura.