Terrazas
«Varas regula materias de Dominio Público donde tiene intereses privados»
Escribano dice que el sector de la hostelería está «molesto» porque ella «regula de forma restrictiva su competencia directa»
El sector de la hostelería de Tarragona sigue en guerra con la concejala de Dominio Público del Ayuntamiento, Paula Varas. El presidente de la Associació d’Empresaris d’Hostaleria de Tarragona Ciutat (AEHTC), Javier Escribano, asegura a DiariMés que hay «malestar» dentro del sector porque Varas regula materias de Dominio Público en las que tiene un «interés privado». Escribano ya criticó la semana pasada que Tarragona fuera la única ciudad de la zona que limitaba los horarios de las terrazas de bares y restaurantes cuando la normativa del BOE no lo contemplaba.
La concejala de ERC en el gobierno es la propietaria del restaurante Adelita, en Cós del Bou, «la única calle de la Parte Alta de Tarragona que se cortará al tráfico y en la cual se podrán colocar terrazas cuando hasta ahora no se podía», lamenta Escribano. Además, en este sentido, aunque Varas dijo que se han declinado ampliaciones de terraza porque no hay bastante espacio, Escribano asegura que no es así porque «a los negocios de la plaza del Rei no las han aceptado la ampliación y tienen muchísimo espacio».
Por su parte, la propietaria de un restaurante en la Parte Alta, que prefiere mantenerse en el anonimato, lamenta también que «la única calle que se cortará será Cós del Bou, donde ella tiene el restaurante.» «Muchos de los restauradores de aquí de la Parte Alta cuentan con espacio suficiente para ampliar la terraza y sin embargo nos lo han denegado, creemos que no se ha estudiado caso por caso y eso nos perjudica, justo ahora, que es cuando necesitamos ayudas y facilidades», añade.
En este sentido, Escribano denuncia que Varas «está regulando de manera restrictiva su competencia directa, a través de la concejalía de Dominio Público». En este sentido, el presidente de la asociación de restauradores cree que «estos hechos causan varias inseguridades». «La pregunta que nos hacemos es si Varas enviará a la Guardia Urbana a su calle, a ver si las terrazas cumplen la normativa y, si ponen dos multas en su restaurante por incumplimiento, ¿se retirará la licencia a ella misma? ¿Nos tenemos que fiar de ella, cuando ha demostrado no tener pudor político y se ha puesto al frente de una concejalía que regula unas materias que están relacionado con su interés privado?», dice Escribano. «Nos parece vergonzoso que eso pase en una ciudad como Tarragona, ya que es una anomalía democrática muy grande», añade.
Varas dice la suya
Por su parte, Varas asegura a esta redacción que «es mentira que Cós del Bou sea la única calle de la Parte Alta que se cortará al tráfico, hay más y, de hecho, Cós del Bou siempre se corta a partir de las 11 horas de la mañana y siempre se ha podido colocar terraza». Varas añade que en la Parte Alta se permitirá la ampliación de terrazas en 11 calles y plazas, entre las cuales hay la calle Ferreres o «la calle de las Cuirateries, donde hay el negocio de Javier Escribano, al cual también se le permite poner más mesas y sillas.»
En este sentido, la edil de ERC apunta que fue en una reunión con el alcalde Pau Ricomà y el resto de concejales con las asociaciones de hostelería de Tarragona cuando se puso sobre la mesa la opción de hacer una terraza conjunta entre los diferentes negocios de la calle y que depende estrictamente del alcalde su autorización. «Además, Escribano estaba en aquel encuentro y no dijo nada al respecto», añade Varas, que defiende que todo el tema de las terrazas «se ha abordado con un equipo técnico de alto nivel profesional, en coordinación con la Guardia Urbana y con el apoyo administrativo de diferentes departamentos municipales».
La edil reconoce que el restaurante de Cós del Bou es del padre de sus hijos, pero defiende que nunca ha sido suyo y que «el simple hecho de tener una relación familiar, afectiva o de amistad con alguien que tenga un restaurante, no me hace merecedora de ninguna reprobación ni sospechosa de nada. A mí no se me podrá acusar nunca de trato de favor, ni de soborno, ni de tráfico de influencias ni de uso abusivo de mis funciones públicas en beneficio de nadie».
Varas añade que «las acusaciones y cuentos que hemos recibido en este tema forman parte de una campaña de acoso y derribo orquestada por una oposición virulenta e irresponsable que desde el primer minuto ha pretendido enfangar una gestión impecable con argumentos absurdos y falaces» y que, en todo caso, «los criterios de las terrazas nuevas, los horarios de funcionamiento, la reactivación del comercio, la exención de tasas, las ayudas y subvenciones, son decisiones adoptadas en el seno del equipo de gobierno, no son decisiones arbitrarias ni individuales, porque dan cuenta de la visión de ciudad que tenemos: una ciudad ordenada, limpia y segura: una ciudad sostenible».
Finalmente, Varas defiende que «las personas que puedan tener una relación afectiva o de amistad conmigo, como cualquier empresario del sector, tendrán la obligación, con mayor razón, de cumplir la normativa, pagar impuestos y estar al día en las tasas municipales. Asimismo, el hecho de tener una vinculación conmigo no puede restringir su derecho y libertad a desarrollar una actividad comercial como cualquier habitante de la ciudad».