El abandono de la vegetación hace de la zona de Boscos de Tarragona un «polvorín»

Árboles abatidos, ramas secas en el suelo y cepas desarraigadas –probablemente desde el último temporal– obstruyen parte de los caminos de la masa boscosa que rodea la urbanización de Boscos de Tarragona y se han convertido, en opinión de los vecinos, «en un verdadero peligro en caso de que se produzca un incendio».

La problemática no afecta sólo a los caminos, sino que se extiende en torno a la urbanización, bajo los pinos. «La cuestión no es sólo que hay muchas ramas y vegetación seca cerrando el paso en los caminos, lo que podría comprometer la seguridad de la zona en caso de requerir el servicio de bomberos por un incendio o cualquier otra emergencia, sino que, si te adentras entre los árboles, fuera de los caminos, el panorama es todavía peor», denuncia al vecino de Bosques Pep Moncusí. «Hay árboles que debieron caer durante el último temporal de viento y lluvias, la tormenta Glòria, el enero pasado, pero de otros, deduzco que hace mucho más tiempoque están porque están muysecos. El día que caiga una chispa los bomberos tendrán problemas para poder acceder a la zona», añade el vecino.

La dejadez en la zona es una evidencia, según el mismo residente de Boscos. Los caminos están bastante transitados y los ciclistas que circulan tienen que ir esquivando las ramas y matorrales secos que se encuentran en los itinerarios en todo el triángulo de bosque que hay entre la carretera del Catllar, el desvío hacia el A-7 y el Nou Estadi.

«El año pasado entré con un todoterreno, pero este año ya no se puede circular», lamenta Moncusí, quién destaca que no es un problema de suciedad acumulada, sino de zona verde mal atendida. «Hicieron limpieza de vegetación a una parte de Boscos, pero no se hizo en el otro lado. Cuando subes hacia el centro penitenciario de Mas Enric –hacia el puente de la calle de la Golondrina– hay muchas viviendas que limitan con el bosque que ahora representa un peligro,» explica Montcusí. A la falta de cuidado de este bosque de pinos, se añade ahora la presencia de jabalíes, animales con los cuales resulta fácil cruzarse si se transitan los caminos que los recorren. «Paseando el perro me encontré tres de cara. Por suertelos animales se asustaron y que el perro está bien adiestrado y no hizo nada», concluye el vecino de Boscos.