Los pequeños coches clásicos de Pep Moncusí, el 'juguete' favorito de sus nietas

El tarraconense Pep Monucsí, de 72 años, es un enamorado del motor que se ha dedicado toda la vida al transporte. Cuando sus dos hijos eran pequeños, les construyó un coche a escala 1:2, para que lo pudieran conducir. Al cabo de unos 40 años, cuando tuvo nietas, sus hijos le dijeron que podría hacer también coches reales a escala para las niñas, y construyó tres más. Un MG TD, un Porchse y un Jeep Willys. Con respecto al MG, que fue el primero que hizo para las nietas, Moncusí explica que lo replicó de un coche clásico que él mismo había restaurado.

Los tres coches pequeños parecen de juguete, pero están creados como si se tratara de un vehículo real. Van en motor de gasolina, tienen luces, volante, acelerador, freno y contadores de velocidad. Están tan bien hechos que, concretamente con el MG, Moncusí ganó dos premios en el encuentro de coches pequeños Vevey Retro 2014, a Suiza, por el mejor coche de construcción amateur y por la piloto más pequeña, su nieta Mariona, cuando tenía sólo 7 años.

El tarraconense reconoce que los coches han creado un vínculo emocional importante con sus nietas, el Èlia, de 15 años, Marta, de 14, Mariona, de 13 y Laia, de 12 años, las cuales todavía hoy día, de vez en cuando, le piden a su abuelo arrancar los coches e ir a dar una vuelta.

«No tienen precio»

Moncusí asegura que en un viaje a Londres, en el centro comercial Harrods, vio un coche parecido a los que fabrica él por un precio de 35.000 euros. Aunque podría ganar mucho dinero, ya que explica que la fabricación puede durar unos 9 meses y costar cerca de 3.000 euros, Moncusí defiende que «estos coches no tienen precio, son para ellas».

Moncusí reconoce tener el deseo de encontrar gente con su misma afición aquí en Tarragona o en Barcelona, «porque eso es como el tenis, si no tienes nadie con quien jugar no sirve de nada». No obstante, explica que hay una anécdota que muy poca gente conoce. «En la provincia de Tarragona hay 32 Rolls Royce clásicos, y somos la demarcación que tenemos más coches clásicos de toda España», señala Moncusí.

Un Jeep con historia

Además, el Jeep Willys original de Moncusí, que no lo tenía en el garaje en aquel momento, a partir del cual hizo la réplica en pequeño, está documentado en el desembarque de Normandía. «Era un coche de los americanos y tenían toda la información de cada coche en orden, y tengo un libro que explica que se utilizó en aquel momento de la Segunda Guerra Mundial», asegura Moncusí. Explica que es un regalo de un amigo suyo que se tuvo que marchar a vivir en las Seychelles, dónde no aceptan coches que no tengan el volante a la derecha.