Diari Més

Asistencia social

Crece un 25% el número de demandas de ayuda a Càritas durante la COVID-19

El año 2019 la entidad atendió en las comarcas de Tarragona las necesidades de 6.196 hogares, con 15.650 personas beneficiadas

Grané y el arzobispo Planellas, durante la presentación del balance.

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Càritas Diocesana de Tarragona ha presentado este jueves el balance de sus actuaciones durante el 2019 y los datos referidos al periodo transcurrido desde la declaración de la pandemia de la COVID-19 que ha hecho que el número de peticiones haya experimentado un crecimiento del 25%. En el transcurso del 2019, Càritas atendió las necesidades de 6.196 hogares, con un total de 15.650 personas beneficiadas.

En una rueda de prensa presidida por el arzobispo Joan Planellas y coincidiendo con la celebración del Corpus y la Semana de la Caridad, el director de Càritas, Salvador Grané, ha manifestado que «en el corto plazo somos pesimistas, pero esperamos que se reactive la economía», y ha anunciado que «nos estamos preparando, pensando que en los próximos seis meses la situación actual no se recuperará». Grané ha destacado que «la exclusión social cronificada se sitúa en el 20%», lo cual supone «un problema estructural del país», y ha dicho que «la vivienda, la precariedad laboral y la situación de los inmigrantes sin papeles» son cuestiones que se tienen que abordar «de manera seria».

Creación de un fondo social

Ante las graves consecuencias que ha generado la pandemia, Càritas ha decidido crear el Fondo Social COVID-19, dotado con 110.000 euros. Elizabeth Rovira, responsable de Acción Social, ha explicado que esta cuantía se destinará, entre otros objetivos, a «necesidades básicas como la aportación de alimentos y ayudas para pagar el alquiler de la vivienda». La gestión de los fondos la harán Càritas de Tarragona y de Reus, que «estudiarán todos los casos» que les lleguen.» El 25% de los 110.000 euros se destinarán a Càritas y el 75% restante a «ayudas directas que serán repartidas de manera flexible», ha dicho Rovira.

La responsable de Acción Social ha explicado que, en el marco de la pandemia, «se han distribuido alimentos en 62 puntos diferentes y además de 3.000 familias». La cifra es lo bastante significativa si se tiene en cuenta que en el transcurso de todo en el 2019 se atendieron 2.600 familias, lo cual supone «un aumento de 1.300», ha dicho Rovira.

Por otra parte, Rovira ha destacado que Càritas se ha tenido que adaptar a la situación generada por la COVID-19, que ha supuesto un aumento de peticiones de ayuda del 25%, «la mayoría en ciudades costeras y en menor mide, un 15%, en poblaciones pequeñas y del interior». Además, desde el inicio de la pandemia Càritas ha distribuido tarjetas monedero para facilitar a las personas con pocos recursos la adquisición de 300.000 kilos de alimentos y productos destinados a la limpieza. Igualmente, los comedores sociales han servido más de 360 comidas que han sido entregadas en fiambreras.

Por lo que hace a los voluntarios, Rovira ha informado de que el número «ha disminuido, porque muchos son personas de riesgo por su edad». Actualmente, Càritas Diocesana de Tarragona cuenta con 646 voluntarios y 40 profesionales. Como resultado de la pandemia, «150 personas se ofrecieron, pero el confinamiento dificultó el proceso de formación», indicó, para añadir que, de esta cifra, «60 han podido colaborar de manera puntual». Rovira ha destacado que «muchos voluntarios y técnicos han trabajado de manera presencial y no todo ha sido teletrabajo».

Un ascensor parado

Pilar Ribas, coordinadora de Acción Social, ha dado un repaso de las actividades del 2019 y ha dicho que «la pobreza se está enquistando y el ascensor social se ha detenido». Después de años sin hacerlo, hay personas que han vuelto a pedir ayuda a Càritas. «El 50% son familias con hijos a cargo y el 30% de los beneficiarios tienen menos de 30 años». Ribas ha destacado que el 48% de las personas que han pedido el apoyo de Càritas «no viven con pareja ni hijos», mientras que «el 25% de las familias son sudamericanas, con un crecimiento del 65, que llegan de países con dificultades», ha explicado

«Tenemos que ayudar a los descartados»

El arzobispo Planellas ha comentado que «la Iglesia une Corpus con caridad», lo cual supone «ayudar a los más débiles y, como dice el papa Francisco, a los descartados». En su intervención, el responsable de la diócesis de Tarragona ha recordado que «durante la pandemia hemos creado la vicaría de la caridad» e hizo un llamamiento a «reflexionar sobre todo». Con relación a los datos hechos públicos por Càritas, Planellas ha dicho que «hemos dado unos números, pero en lo que queremos incidir es en las personas, un plus que podemos dar como cristianos y como Iglesia».

El arzobispo también ha hecho un llamamiento «al tejido empresarial para que busque iniciativas para mejorar la ecología y la justicia social, que van íntimamente unidas».

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